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¿Cómo se afectó la calidad de vida en Medellín con la pandemia?
La Red de Ciudades Cómo Vamos consultó el impacto de la cuarentena en la calidad de vida. Estos son los resultados.
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En movilidad se reflejaron cambios de hábitos. Hubo un incremento en el uso de la bicicleta y en la opción de ir a pie. En contraste cayeron los viajes en buses. FOTO E dwin Bustamante
02 de octubre de 2020
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La sensación de que las cosas van por mal camino en el país en esta época de pandemia quedó reflejada en la encuesta virtual de Mi Voz Mi Ciudad de la Red de Ciudades Cómo Vamos, que consultó la percepción de los ciudadanos en 32 municipios del país. Sin embargo, de esta generalidad se excluyen capitales como Medellín, Barranquilla, Santa Marta y Montería, en las que un porcentaje mayoritario es optimista frente al futuro.
Dicha encuesta, que fue respondida de forma virtual a través de un aplicativo por 60.823 personas de diferentes rangos de edad, zonas geográficas y niveles socio económicos, se dividió en varios bloques en los que se les consultó a los ciudadanos su percepción frente a la situación económica, educación, salud, seguridad, movilidad urbana y gestión de la administración local frente a la pandemia.
Los hallazgos generales apuntan a la insatisfacción con los servicios educativos que reciben los niños, niñas y jóvenes en su hogar durante la cuarentena, que en todos los municipios está por encima del 40 %, y a una tendencia muy marcada en las ciudades capitales hacia el pesimismo. En Cúcuta , por ejemplo, es del 69,8 % , el más alto del país.
Deterioro en la salud mental
Un dato que llama la atención por lo que representa es que el 38,4 % de los encuestados en Medellín afirmó que su salud mental ha empeorado con respecto a la situación antes de cuarentena. De hecho, la capital antioqueña fue la segunda ciudad, después de Bogotá (41,2 %) en la que mayor proporción de encuestados reportó un deterioro.
Y entre los grupos poblacionales fueron los jóvenes, entre 18 y 25 años, los que más sienten los efectos negativos, con un 45,1 %, en comparación con el 27,3 % de los adultos mayores de 56 años que dijeron experimentar una disminución en la calidad de su salud mental.
Dicha tendencia, que también se dio en las demás ciudades, se repitió en los niveles de pesimismo, pues solo un 25 % de los jóvenes se sienten optimistas por el futuro de su ciudad frente a un 41 % de los adultos mayores.
“Este es un debate más antiguo y tiene que ver con cómo los jóvenes analizan su futuro y cómo ven reducidas sus posibilidades de desenvolverse en la ciudad con la pandemia”, dijo la gerente de Proyectos de la Fundación Corona, Mónica Villegas, durante la presentación de los resultados.
En eso concuerda la sicóloga Catalina Vertel, gerente de la IPS Creciendo con Cariño, quien asegura que “una de las razones principales de por qué los jóvenes tienen menos esperanza es por la mirada de ese futuro que se hace incierto y por la imposibilidad de relacionarse con otros por las medidas de confinamiento”. No obstante, Vertel resalta que este no es un problema nuevo y que la pandemia solo profundizó la historia de afectación mental no atendida que ya tenía el país.
“Entonces claro, esas situaciones de depresión que ya venían viviendo los jóvenes se agudizan con los nuevos contextos donde ven cada vez menos oportunidades”, afirma Vertel. Y agrega que “en los adultos mayores esa tendencia puede ser positiva porque tienen una vida más resuelta en la que no deben preocuparse por el futuro y en la que, por lo general, tienen toda una red de apoyo en sus familias, cosa que los jóvenes no suelen tener”.
Una movilidad sostenible
Otra conclusión que arrojó la encuesta tiene que ver con loscambios de hábitos en la movilidad, pues a juicio de Luis Hernán Sáenz, coordinador nacional de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, “los efectos de la pandemia pueden dar pie a una movilidad más sostenible”. Según los datos, al observar los resultados de los 32 municipios, los usuarios disminuyeron el uso de sistemas masivos de transporte, aumentaron los desplazamientos en carro particular, bicicleta y a pie.
En Medellín un 5,6 % dejó de usar el transporte público y 2,6 % de los encuestados respondió que empezó a usar bicicleta. Aunque este último es un avance es menor al registrado en otras ciudades capitales como Bogotá (8,3 %), Santa Marta (5,4 %) y Montería (4 %) que triplicaron esos índices en cada ciudad.
“La pandemia cambió las formas de movilizarse porque las personas temían las aglomeraciones de los servicios masivos, trajo dificultades económicas para el transporte público y aumentó el uso de movilidad activa y sostenible”, comentó Juan David Palacio, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá durante el Foro “La Ecomovilidad en la pospandemia”, organizado por EL COLOMBIANO el pasado 18 de septiembre.
Palacio agregó que, aunque hay un avance hacia una movilidad más sostenible por los usuarios que empezaron a usar la bicicleta o caminar, “la prioridad también debe ser evitar que las personas se bajen del transporte colectivo, porque cuando lo hacen es difícil que retornen”.
Para que eso sea posible Villegas recordó que este tipo de encuestas “sirven para ver dónde deben poner el foco las administraciones y hacia dónde hay que mejorar”, por eso es importante pensar más en infraestruturas adecuadas para que los usuarios hagan esa transición hacia movilidades más amigables con el medio ambiente.
Conclusiones generales
Pese a que la mayoría de las ciudades se inclinaron por percepciones negativas sobre la gestión de las alcaldías y sobre cómo comunican las decisiones tomadas respecto a la pandemia, Medellín fue, en ambos temas, la que mejor resultado obtuvo: 58,8 % se sintió satisfecho con la claridad con que la Alcaldía de Medellín comunicó sus decisiones y 53,7 % se mostró conforme con las medidas adoptadas para controlar la covid-19.
En temas de corresponsabilidad ciudadana como el uso de tapabocas, la permanencia en casa durante el confinamiento y el distanciamiento social en espacios y transporte público, el resultado demuestra que falta más conciencia en el autocuidado.
La encuesta espera tener otras dos etapas de medición que irán hasta marzo de 2021, con ello se pretende analizar cómo irá variando la percepción de los ciudadanos a medida que las circunstancias de la pandemia cambian.
45,1 %
de los jóvenes encuestados en Medellín sienten que su salud mental empeoró.
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