De los 1.981.752 hogares que tiene Antioquia, según el censo del Dane, al menos 392.911 presentaron déficit habitacional (el 19,8 %).
Se trata de inmuebles con carencias para habitar. De esas, 98.041 poseían déficit cuantitativo, es decir, que tenían falencias en su estructura, de cohabitación o hacinamiento no mitigables; mientras que 298.870 reflejaron déficit cualitativo, lo que se traduce en viviendas sin la infraestructura adecuada en los pisos, con hacinamiento mitigable, carencia de servicios públicos o de espacios adecuados para la preparación de alimentos (Ver glosario).
Estos datos se desprenden de la Encuesta de Calidad de Vida de 2019, que sirvió como punto de referencia para la redacción del Plan de Desarrollo de Antioquia 2020-2023.
La pandemia de la covid-19 aún no llegaba, por lo que la administración departamental fijó unas metas en el plan para reducir el déficit habitacional del departamento.
Dicho documento hizo énfasis en la brecha existente entre las áreas urbanas y rurales. Así, las subregiones del Valle de Aburrá y Urabá concentraron la mayor parte de las carencias, con más del 50%. Sin embargo, el fenómeno en ambas subregiones es distinto. Mientras que en el área metropolitana se concentró en zonas urbanas, en el Urabá sucede en las rurales.
Asimismo, mientras que en el Suroeste tenía las mejores condiciones de viviendas rurales, con solo 1,4% de los hogares con déficit, el Oriente presentó menor índice en el área urbana, con 2,8%.
De esta manera, se planteó el objetivo de superar las carencias básicas de las viviendas con el objeto de mejorar las condiciones sanitarias locativas, de hacinamiento, de legalización en la tenencia, por lo que, según la Gobernación, se hace necesario trabajar para el mejoramiento social de la vivienda.
Combatir esta problemática no ha sido fácil. Las metas del Plan de Desarrollo se vieron entorpecidas por la pandemia de la covid-19, que dificulta procesos logísticos y de trámites, según las autoridades.
Inicialmente, la meta del cuatrienio que inició en 2020, en cabeza del gobernador Aníbal Gaviria, tenía planeado entregar 75.000 soluciones de vivienda, entre los que se encuentra el mejoramiento de la vivienda social y la construcción de nuevas unidades.
Sin embargo, el año pasado solo se entregaron 5.516 soluciones de vivienda, bastante por debajo del mínimo anual para alcanzar las metas fijadas en el Plan de Desarrollo.
María Sucerquia, gerente de la Empresa de Vivienda e Infraestructura de Antioquia (Viva), explicó que en este 2021 está optimista de reducir este déficit. “Es evidente que la pandemia afectó la ejecución de los proyectos. Casi que nos tuvimos que volcar a los temas que tienen que ver con el escritorio. Para este año, ya tenemos un incremento proyectado. Sin duda vamos a ver un desempeño mucho mayor comparativamente hablando con el periodo anterior”, explicó Sucerquia.
Alianzas para cumplir metas
Para la gerente Sucerquia, el principal objetivo es materializar las metas del Plan de Desarrollo e incluso superarlas. “Queremos apostarle a un número superior a las 75.000 soluciones de viviendas. El año pasado fue intenso en buscar aliados en todos los territorios para materializar proyectos”, precisó la directiva.
Para cumplir las promesas, Viva realizó alianzas con Comfama, Comfenalco, el Ministerio de Vivienda, la Agencia de Renovación del Territorio, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, con el Idea, el Isvimed y con 53 municipios, entre otros.
Por su parte, Eduardo Loaiza, gerente de Camacol para Antioquia, explicó que el año pasado el sector recibió un impulso importante durante el segundo semestre, luego del bajón que implicó las cuarentenas locales. “En 2020 la construcción y venta de vivienda sufrió una caída de hasta el 80% al principio. Sin embargo, logramos reducir la brecha a una caída del 11%, es decir, en 2019 se vendieron 23.988 viviendas, mientras en 2020 la cifra se cerró en 21.700”.
Loaiza dijo que los proyectos de viviendas sociales que se desarrollen en el departamento serán claves para reducir los déficit que se evidenciaron en la encuesta de calidad de vida.
Para Mónica Mejía, docente y experta en Hábitat y Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, el discurso del déficit siempre se dirige a los barrios informales o zonas marginadas que tienen grados diferencia de calidad de vida.
“Es un enfoque de cómo estamos habitando también los barrios formales. Siempre que se habla de déficit y carencia nos volcamos a los barrios marginales, pero muchos allá presentan incluso mejores condiciones que viviendas estructuradas”, declaró Mejía
Para la docente, “hay mucho por hacer, tanto en barrios formales como informales. Si simplemente nos establecemos bajo las variables de lo que se entiende por vivienda adecuada, hay mucho trabajo”.
Auge de viviendas sociales
Según el Dane, en su estudio Déficit Habitacional para Colombia calculados de acuerdo con la actualización metodológica 2020 y publicado el año pasado, Antioquia se ubicó como el quinto departamento con menor défici.
Igualmente, Medellín se ubicó quinta entre las ciudades capitales. Según la gerente Sucerquia, no es un mal contexto, “pero sí nos demuestra que debemos mejorar. Nosotros tomamos como referencia la encuesta para plantearnos unos objetivos que estamos ejecutando”.
Ahora bien, si bien Antioquia, según Camacol, es uno de los departamentos donde menos se venden viviendas de interés sociales, Loaiza espera que la compra y venta de este tipo de hogares vayan cada vez en alza.
El gerente de Camacol proyecta que este año, en Antioquia, el 45% de las viviendas construidas y vendidas sean de interés social, el 50% de clase media y 5% de vivienda alta. “Esperamos que las VIS se consoliden, ganen mercado y gane participación. Esa es la tendencia que estamos observando”.
Para Loaiza, esto se puede explicar por varios hechos, entre otros, la decisión del Gobierno Nacional de incluir topes para las viviendas sociales que ha permitido que se abran nuevas ofertas y a precios asequibles. Además, las metas de vivienda, tanto de los municipios como de la Gobernación, encuentran en las viviendas sociales una forma de solución a los déficit que se presentan.
Asimismo, Sucerquia explicó que gran parte del alza de las viviendas sociales se debe a proyectos como Casa Digna, Vida Digna, en coordinación con el Ministerio de Vivienda, Viva y la Gobernación de Antioquia, que, con una inversión de 16.000 millones de pesos, busca reducir el déficit cualitativo de vivienda
1,4 %
de los hogares rurales del Suroeste tienen déficit. Es el mejor indicador regional: Dane