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El parque fue entregado hace año y medio por la Alcaldía de Medellín y ya está en mira
de los delincuentes. También hay quejas por la frecuencia de las labores de mantenimiento.
Un año y medio les duró el ‘estrén’ a los vecinos del parque Bosques de La Frontera, en El Poblado. Allí, la Alcaldía entregó la segunda etapa de ese parque, con una inversión de $4.964 millones, en julio de 2021. Ahora, a plena luz del día, los habitantes de la zona se quejan por el aumento de la inseguridad y la disminución del mantenimiento.
La situación ha resultado en que los vecinos de las tres torres residenciales de la zona compartan los reportes de hurtos, en su mayoría, a través de un grupo de WhatsApp. Mediante esa plataforma reseñan los casos, que también comparten con este diario: “Esta semana, nada más, robaron a uno de los vigilantes del parque”, dice uno de los vecinos.
Lo paradójico es que los 11.843 metros cuadrados que componen este ecoparque son custodiados por vigilancia particular —financiada por el Distrito, según los vecinos— “y ni ha así ha valido”. Las quejas parecen calcadas entre quienes viven en las inmediaciones. Otras personas alegan que aún no se sienten inseguros, pero recalcan que hay descuido en los frentes de jardinería y dotación.
La Policía afirma que viene haciendo su trabajo en el sector y que las soluciones que pide la comunidad, por lo menos en cuanto a la construcción de un CAI destinado solo para el parque, no son por ahora posibles. La Alcaldía, por su parte, solo responde que la vocería sobre el tema es competencia de la Policía.
Preocupa la inseguridad
El parque La Frontera está dividido en dos etapas: la segunda, entregada por esta administración, es una zona despejada, con espacios para picnic, sillas, escalas y algunos juegos al aire libre. La primera parte, que es más boscosa y sombría —aún en el día—, levanta la mayoría de quejas en seguridad.
“Mi apartamento queda en frente del parque. Por mi ventana, cada que hay atracos, se meten los gritos. No creo que una bala llegue hasta acá, pero hemos escuchado balaceras. Yo iba mucho. La Policía pasaba para arriba y para abajo. Pero ya ni las bombillas las reponen cuando se las roban”, cuenta una vecina, quien pide no ser identificada.
Otro vecino, con el mismo pedido de reserva, agrega: “La zona era tranquila. A mí me pasó, que vivo en frente, me robaron una argolla. Todo lo escribimos por el grupo de WhatsApp: roban a celadores, empleadas de servicio. Por ahí ocho robos en la última semana. El domingo, hubo un disparo. La gente se asustó”.
Ambos coinciden en que hace unos meses, hasta las 9:00 de la noche, no pasaba nada. Ahora, las 5:00 o 6:00 de la tarde son señal suficiente para ponerse alerta. “Los bombillos todos funcionaban. Ahora hay partes oscuras, con sombra. Ahí se esconden los jíbaros. Que pongan un CAI, un plan candado”, insiste la vecina.
Habla la Policía
El mayor Yesid Ladino, comandante de la estación de Policía El Poblado, sostiene que el parque se encuentra priorizado por la institución. “Son los mismos residentes, que habitan el entorno, los que consumen drogas en la zona. Piden un CAI, pero eso implica millones en infraestructura y personal. Si no hemos podido ni con la estación de acá”, sostiene.
Según el mayor, el año pasado en la zona tuvieron lugar más de 15 capturas por hurtos, además de la imposición de 130 comparendos por temas de convivencia y consumo de estupefacientes. “Nosotros nos coordinamos con la seguridad del parque, pero no tenemos bajo nuestra orden la seguridad privada. Hemos hecho buena presencia. Lo que pasa es que algunas personas están inquietas”, agrega.
Lo que piden en la zona, según José Fernando Álvarez, uno de los líderes de la comuna, es más cámaras de seguridad. “Que no solo haya en el ingreso del parque, sino en las partes internas”, dice. También mayor ronda por parte de las autoridades, así como estrategias que permitan contactar a tiempo a los policías del cuadrante en caso de ser necesario.
Periodista y politólogo en formación. Aprendo a escribir y, a veces, hablo sobre política.