viernes
7 y 9
7 y 9
El argumento de la Alcaldía para mantener la administración de la Clínica de la 80 es, cuando menos, sorpresivo. Se informó que operará bajo su responsabilidad hasta que concluya la pandemia de covid-19, una fecha especulativa y difícil de calcular. Más sorpresivo es que se hubiera mencionado la posibilidad de un rebrote de covid y la “incertidumbre” que se vive en el lado oriental del planeta por esa enfermedad.
Es cierto que en China, por ejemplo, se han extremado las medidas para mantener a raya la pandemia, en especial lo que tiene que ver con la política de cero covid. Sin embargo, los números en Colombia y Antioquia muestran otra realidad. Desde el último gran pico de contagios, que se vivió a finales de diciembre y que estuvo marcado por la proliferación de la variante ómicron, los números de contagios y de muerte han venido a la baja en el departamento.
Incluso, el pasado 14 de marzo fue el primer día, desde junio de 2020, en que no se reportaron muertes por covid 19 en Medellín. Luego vino una racha de seis días sin fallecidos que terminó el jueves 31 de marzo, cuando se reportó la muerte de dos mujeres. Es decir, la pandemia ha amainado mucho. Eso también puede comprobarse con el número diario de contagios. El 31 de marzo, por ejemplo, se reportaron apenas 29 casos en el departamento, 26 de ellos en Medellín. El 30 de marzo fueron solo 25 los registrados, 22 en la capital paisa. La cifra ha venido así, manteniéndose entre 20 y 30 casos por día en la ciudad.
La cifra es similar en el departamento. El último día con más de 100 casos nuevos fue el 3 de marzo, o sea, hace casi un mes no se supera esa cifra; en el peor momento de la pandemia, en enero de este año, en Antioquia se llegaron a reportar hasta 6.000 casos en un día.
Con estas cifras en contexto se hace extraño el argumento de la alcaldía, especialmente en lo relativo con los posibles rebrotes. ¿Para qué entonces mantener la administración de la clínica aduciendo la atención de la pandemia cuando hay menor intensidad?
Más extraño se hace porque el mensaje de la Alcaldía sobre la pandemia contradice al propio Daniel Quintero, quien en febrero anunció el fin de la misma y habló de no usar más el tapabocas en sitios abiertos antes de que el Ministerio de Salud lo autorizara para ciudades con más del 70 por ciento de la población vacunada con su esquema completo.
Las cifras sobre ocupación de camas UCI tampoco le dan la razón al alcalde. En Medellín se sitúa sobre el 90,26%, por debajo de los niveles alcanzados en los picos pasados, cuando se rayó el 100%.
Las camas UCI han reducido su cantidad en casi 600 en Antioquia, pues durante el plan de expansión del sistema, el año pasado, se llegó a 1.400 camas, el punto más alto. Que se desactive tal cantidad quiere decir que la presión ha cedido.
Cuestionado manejo
Aunque la Alcaldía de Medellín ha dicho que es ejemplo en el manejo de la pandemia, algunas de sus estrategias han sido cuestionadas por epidemiólogos y expertos.
La más cuestionada, tal vez, es la de Medellín Me Cuida, una línea estratégica del Plan de Desarrollo. En su seno se creó el aplicativo móvil Medellín Me Cuida, que recogió datos de los ciudadanos para crear cercos epidemiológicos que, en opinión de los expertos, no fueron efectivos.
Lo llamativo es que la Alcaldía había prometido acabar con el aplicativo el 31 de diciembre de 2021, pero no lo hizo, arguyendo que debía permanecer activo hasta que acabara la pandemia, el mismo argumento que ahora saca a relucir para mantener la administración y el control de la Clínica de la 80.