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En menos de cuatro meses el médico Luis Gonzalo Morales pasó de perseguir un “bicho” en el departamento, que ya roza los 2.000 contagios, a ser el arquitecto de la reestructuración de la EPS que atiende a uno de cada cuatro antioqueños y que afilia a la población más vulnerable.
Savia, una EPS mixta propiedad de la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y Comfama, llega hoy a 116 de los 125 municipios del departamento y en 53 de ellos es la única EPS. Hablamos con el nuevo gerente que asume las riendas de una entidad con casi $1 billón en deudas y un reto grande en el contexto de la pandemia.
¿Cómo recibió la
salud financiera de Savia?
“Savia tiene unas dificultades financieras importantes, del orden de $850.000 millones, de los cuales $450.000 millones son pasivos exigibles, es decir deudas con los prestadores de servicios (proveedores) y el resto el capital mínimo que debe tener según la ley.
Los $400.000 millones restantes son capital mínimo que se debe tener y reservas técnicas que, por haber acumulado tantas pérdidas ese capital y esas reservas técnicas que tiene, son negativas”.
¿Se logró revertir
la tendencia?
“El 2017 fue el peor año de Savia, en 2018 bajaron las pérdidas un poco y para 2019 mejora, pero el último resultado que tenemos es que aún sigue teniendo un margen operacional negativo. Es decir que se gasta más de lo que recibe en prestación de servicios, eso significa que sigue acumulando pérdidas”.
¿Cómo va en 2020?
“Por efectos del coronavirus y las cuarentenas, que la gente estuvo guardada y que el Gobierno Nacional ordenó la suspensión de las actividades de salud que no fueran urgentes —y porque a la gente le daba miedo ir a los hospitales—, este año se lleva una utilidad acumulada importante, pero creemos que es algo pasajero y que una vez se reactive la economía, todas esas cirugías y servicios represados se van a poner al día y vamos a tener un aumento del gasto. Esperamos que al cierre del año no sigamos con pérdidas, pero se necesita una modernización”.
¿En qué consiste
esa reingeniería?
“Le presenté la semana pasada a la Junta Directiva de Savia la hoja de ruta, fue aprobada y vamos a empezar en ese proceso de modernizar con el objetivo de que se equilibre operacionalmente y que salga de la situación financiera en la que está. El plan es una condición para que los socios capitalicen y con eso pasar a pagar las deudas que se tienen”.
¿Hay plazo para
ese proceso?
“Como llevamos menos de dos semanas apenas son lineamientos de lo que hay que hacer. A finales del mes la idea es presentar un plan más detallado con acciones a corto plazo; es decir, de aquí a final de año. Nosotros esperamos que a mediados de 2021 podamos estar viendo los resultados y logrando una estabilización operacional. Solo hasta el 2022 se podría empezar a hablar de una capitalización, antes es muy complicado porque hay que hacer una serie de cambios y requiere tiempo para que la gente se adapte. La capitalización no es una cuestión tan urgente en este momento, porque la mayoría de las deudas son deudas viejas, consolidadas, que no han seguido creciendo mucho y aunque hay que pagarlas, por supuesto, no son deudas que dependan para que una entidad pague la nómina”.
“El 70 % de lo que debemos son deudas viejas, que ya no están en los presupuestos de las ESE (hospitales públicos) del Estado. No estoy diciendo que no les haga falta, pero el presupuesto se hace sobre la plata que les haya ingresado o sobre la cartera conciliada y con acuerdo de pago. Aunque es una deuda importante, como aún no está conciliada no representa una urgencia.
Estamos buscando la manera de darles algo de liquidez porque entendemos las dificultades coyunturales por el coronavirus, pero de hecho ya en mayo subió la facturación y eso demuestra que se están prestando más servicios.
De ese total de la deuda cerca del 31 % es con el Hospital General, el 10 % con la IPS Universitaria, el 6 % con Metrosalud, 5,7 % con el Pablo Tobón Uribe, 5,7 % con el San Vicente Fundación y 2,7 % con La María. El 75 % de la deuda de Savia es con entidades públicas por pérdidas reunidas en 2016, 2017 y 2018”.
¿Todavía esperan desembolsos de la segunda fase del Acuerdo de Punto Final?
“A corto plazo tenemos unas cuentas por cobrar del orden de $216.000 millones que son todavía cuentas corrientes, es decir que la mayoría están a menos de un año y que son recuperables. De ese total cerca del 70 % nos lo debe la Seccional de Salud, es decir el Departamento. Esperamos esos desembolsos que nos permitirían pagarles a los proveedores y prestadores”.
¿Cómo le ha ido a Savia en atención de pacientes y en virtualización de trámites en el contexto de la pandemia?
“Ha sido hasta ahora una enfermedad que ha golpeado más al régimen contributivo. Savia tiene máximo el 15 % de los infectados por covid en el departamento, la mayoría los tiene Sura y las otras EPS del régimen contributivo.
El covid obligó a hacer cambios muy rápidos al sector salud, ajustarse a toda la demanda de servicios tele: teleconsulta, telemedicina, teleasistencia, atención domiciliaria. Hemos aumentado en entregas de medicamentos a domicilio, eso no se hacía antes y este 2020 hemos entregado 63.000 fórmulas por esa vía. Eso llegó para quedarse y ya cubrimos 93 de los 116 municipios adonde llegamos con ese servicio.
Llevamos 114.00 entre teleconsultas y orientaciones telefónicas y antes era algo que hacíamos en una proporción muy, pero muy baja. También hemos hecho tomas de muestras de laboratorio en las viviendas de los pacientes y hemos atendido a mil adultos mayores en la casa. El covid ha hecho cambiar la forma de prestar muchos servicios”.
Más periodista que comunicador social. Apasionado por la lectura, la escritura y la historia. Enfermo por los deportes e inmerso en el mundo digital.