EPM abrió hace 20 días el proceso de contratación para la construcción de las obras civiles finales del proyecto Hidroituango. Rotulado con el número CRW167467, esta oferta de obra pública tenía como fecha límite para los interesados el pasado viernes 25 de marzo, sin embargo, el proceso aún no se ha cerrado y sigue abierto para las firmas nacionales o extranjeras que quieran participar en la puja.
El nuevo plazo es el viernes 1 de abril a las 4:00 p.m. Según indicó EPM, decidió ampliar los términos porque se presentaron fallas en el aplicativo para el pago del derecho de participación, que tiene un valor de $4 millones.
Los términos de la oferta hablan de la construcción de las obras requeridas para la terminación del proyecto Ituango y la entrada en operación comercial de la totalidad de las unidades de generación, con fecha estimada de inicio del contrato el próximo 1 de septiembre y una duración de 1.125 días, un poco más de tres años.
Las turbinas 1 y 2 tendrán que encenderse antes del 30 de noviembre de 2022, mientras que las 3 y 4 empezarían en 2023. En 2024 entrarían la 5, 6 y 7, y la última está prevista para 2025.
Hidroituango reporta un avance constructivo superior al 87%, y se estima que generará cuando esté en el 90%. Por ello, el nuevo contratista tendrá la obligación de poner seis unidades en servicio y concluir el restante 10%.
Aunque el actual contratista, CCC Ituango (compuesto por Camargo Correa, Coninsa Ramón H y Conconcreto), podría manifestar interés y participar en la puja del contrato, este proceso da pie a que aterrice un nuevo constructor, contrario a todas las recomendaciones técnicas, incluida la que hizo el mes pasado la consultora chilena Pöyry.
Pöyry, en su informe sobre la estabilidad de la megaobra, afirmó que se debía evitar la sustitución de los actores principales del proyecto porque esto significaría nuevos retrasos y reduciría la trazabilidad en la recuperación de la obra. Además, se perdería responsabilidad para el diseño y la ejecución.
“Según nuestra experiencia, las nuevas empresas necesitarán varios meses para comprender y verificar todos los retos y desafíos del proyecto, y al final pueden pedir una compensación encima de las expectativas de EPM o inclusive declinar su participación”, afirmó.