Café y plátano, dos actividades agrícolas de las que viven miles de familias en Antioquia, recibieron impulso y un fuerte empujón desde la Gobernación en los últimos días, todo encaminado a lograr la reactivación efectiva del campo, que también recibió los impactos negativos de la pandemia.
En cuanto al plátano, el foco se puso en el distrito de Turbo, donde se echó a correr una estrategia de comercialización que busca que las familias cultivadoras tengan más rentabilidad y una cadena más ágil de venta.
Un recorrido por la zona de Urabá por parte de la Secretaría de Agricultura permitió conocer mejor la situación de los plataneros, por lo cual se decidió implementar una iniciativa que tendrá una inversión de $24.000 millones, aportados mitad y mitad por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Gobernación, en un esfuerzo por corregir desigualdades históricas en el sector rural y devolverles la esperanza a los pequeños productores de plátano, según el secretario de Agricultura, Rodolfo Correa.
El programa tiene varios componentes para fortalecer el sistema de comercio, como el montaje de un centro de acopio y distribución para pequeños productores; la habilitación de la unidad de comercio exterior agrícola; la activación de una red de agrogestores jóvenes facilitadores del sistema entre los agricultores; la creación una cooperativa campesina; y la formación en asociatividad para el trabajo.
“Se crean circuitos productivos, circuitos comerciales y circuitos de consumo para los pequeños agricultores de Antioquia”, explicó Correa.
Por su parte, la secretaria de Agricultura de Turbo, Tatiana Pineda, indicó que la estrategia permitirá “identificar a medianos y pequeños productores para sacar la línea productiva adelante”, en una región con 30.000 hectáreas y más de 8.000 familias plataneras.