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El Tren del Río sigue siendo un tema de primer orden para garantizar que en el mediano plazo el metro de Medellín no colapse. Por eso, el gobernador Aníbal Gaviria insiste en la urgencia de que el alcalde Daniel Quintero garantice los recursos que le corresponden y que se logre destrabar el proyecto que ya está diseñado y listo para iniciar, incluso, antes de las obras del metro ligero de la 80.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Gaviria también se refirió a la demanda que entabló el Metro contra Alcaldía por el no pago de los subsidios para soportar las tarifas de los buses integrados al sistema metro y, de paso, reveló que el Distrito también le adeuda $38.000 millones dentro de los compromisos contractuales en la construcción del Túnel del Toyo.
¿Por qué no ha podido arrancar el tren del río?
“El Tren del río es el proyecto más importante y más trascendental para el Valle de Aburrá y sus cuatro millones de habitantes. Ha tenido el apoyo del Metro, del Área Metropolitana, de la Gobernación, de la bancada antioqueña y de los 115 alcaldes por fuera del área metropolitana. Tiene el respaldo de todo el mundo, pero raramente la Alcaldía le ha puesto palos en la rueda”.
¿A qué se refiere?
“Debemos aportar nuestro 30% y eso ya estaba acordado en que era por partes iguales por la Alcaldía de Medellín, la Gobernación, el Metro y el Área Metropolitana, cada uno con un 8,5% más o menos. Y cuando todo eso estaba listo, la Alcaldía dijo que no ponía el 8% y entonces eso nos ha retrasado y nos ha enredado el avance del proyecto”.
¿De cuánto es el aporte?
“El total de recursos para el proyecto es de $4,88 billones. El 70% que pondría la Nación es de $3,49 billones. Palabras más, palabras menos, la región pondría $1,5 billones divididos entre los cuatro actores, esos son los valores a precios constantes, pero cuando hablamos de los recursos que se deben ir poniendo por año, estamos hablando de más o menos $800.000 millones por cada actor. Tanto en el Área Metropolitana como en el Metro, las juntas directivas aprobaron los recursos, la Gobernación aprobó la plata y ya ahora la Alcaldía ha dicho que no pone los recursos. Eso ha sido un trastorno. Últimamente, después de la entrada en funcionamiento Ituango, el alcalde dijo que iba a poner los recursos, esperamos que lo haga porque eso ha retrasado el avance”.
¿Lo haría después de lo de Hidroituango?
“El alcalde mismo lo expresó así, dijo que como ya había empezado a funcionar Ituango, entonces ahora sí iba a poner los recursos, lo cual me parece completamente exótico y extraño, pero esperemos que lo haga porque los beneficiados son los 4 millones de habitantes del Valle de Aburrá y los más beneficiados son los dos millones y medio de habitantes de Medellín. El Metro es el primero que ha dicho que está colapsado, que está saturado y en ese centro el Tren del Río actuaría como una línea paralela que disminuiría la congestión y la saturación”.
Pero el alcalde ha hablado de los cinco cables como alternativa, ¿competirán el Tren del Río y los cables por la plata de la Nación?
“Estamos totalmente de acuerdo con esos cables. Empecemos a estudiarlos, en la junta directiva ya le dimos la orden al Metro para que avance en el estudio y el diseño de esos cables, pero para que estos cables puedan diseñarse y puedan hacerse en el futuro y puedan funcionar, tiene que hacerse el Tren del Río porque si no se colapsaría aún más el sistema actual. Ambos son necesarios. Pero repito, podríamos tener en curso el Tren del Río, ¿por qué? Porque el proyecto ya tiene diseño fase dos, o sea, el diseño final que tiene para acceder a los recursos del Gobierno Nacional, porque el proyecto ya tiene los recursos del Departamento, del Metro y del Área Metropolitana. Este proyecto ya ha hecho un recorrido y prácticamente ha solventado todas las inquietudes del Ministerio de Transporte y de Hacienda. Es un proyecto maduro que podría iniciarse de inmediato. Y hay un tramo del proyecto que podría arrancar en 2023. Esto casi que podría ser paralelo o aún antes, al inicio de las obras del metro ligero de la 80. Porque allí, en todo ese tramo no hay necesidad de comprar predios. No es una cuestión de poner a competirlos. Más bien todos unidos apostamos al Tren del Río y, paralelamente, vamos a apostarle a los cables como un complemento futuro del sistema”.
¿Cuánto más van a esperar a la Alcaldía, habrá un plan B que les permita recaudar esos $800.000 millones o si la Alcaldía no pone la plata no hay proyecto?
“Es que sería muy raro. Mire, el alcalde ha dicho que es qué Medellín está poniendo todos los recursos porque Medellín aporta en el Área Metropolitana, en el Metro y directamente. Pero eso no es así tan sencillo. La Gobernación está poniendo directamente, pero también aporta en el Metro el 50%. Sí, la Alcaldía aporta en el Área Metropolitana, pero también aportan las otras 9 alcaldías. Aquí todos debemos ser solidarios y trabajar con un sentido de región y con un sentido de sociedad. Viéndolo de la manera menos solidaria, los beneficiarios número uno del Tren del Río son los dos millones y medio de habitantes de Medellín. Yo le diría al alcalde que no convirtamos esto en una cuenta mezquina, de qué pone uno o qué pone el otro. No, pongamos todos”.
¿Es cierto que también hay incumplimientos de la Alcaldía en los pagos prometidos para el Túnel del Toyo?
“La tristeza es que en proyectos como el Túnel Guillermo Gaviria Echeverri, en el sector del Toyo, donde se juntaron Alcaldía, Gobernación y Nación, allí también la Alcaldía de Medellín está dificultando el avance del proyecto. En este momento le debe más de $38.000 millones al proyecto causándonos enormes problemas en la financiación del mismo. Lo que pasó con el túnel es un ejemplo de cómo debemos trabajar unidos y como se ha hecho en el pasado. Fue el alcalde Alonso Salazar el que impulsó esa decisión de que Medellín participara en el túnel porque va a conectar a Medellín y al área metropolitana con los puertos de Urabá. Tenemos que ser solidarios y trabajar unidos por el desarrollo integral de toda Antioquia, pero mire esa línea bonita que Antioquia ha recorrido tanto tiempo, hoy no se ve reflejada ni siquiera en el pago de esos $38.000 millones comprometidos contractualmente por la Alcaldía, y sigue sin aportar para un proyecto como el Tren del Río que beneficiará a cuatro millones de antioqueños. Yo como gobernador les estoy cumpliendo a los habitantes de Medellín, lo justo es que también el alcalde ponga esos recursos para sus habitantes”.
Nos anuncia una eventual demanda por incumplimientos en el túnel del Toyo. ¿En qué va la cuenta?
“En total son $38.856 millones que se deben de indexación por los periodos 2021 y 2022. Entonces, ya nosotros nos estamos viendo en la misma situación del Metro, si no demandamos mañana nosotros vamos a ser los responsables como Gobernación de Antioquia de haber desfinanciado y con ello tener que paralizar las obras del túnel”.
¿Las obras tienen algún riesgo de suspensión?
“En este momento no, porque hemos puesto los recursos faltantes. Y hemos puesto nuevos, pero de presentarse esta situación podríamos tener un riesgo para tal vez el segundo trimestre de 2023”.
El Metro interpuso una demanda contra la Alcaldía por el no pago de los recursos del Fondo de Estabilización Tarifaria. ¿Medellín se volvió mala paga o qué es lo que está pasando?
“He sido orgullosamente miembro de la Junta, como gobernador en el período 2004-2007, como alcalde en el periodo 2012- 2015 y ahora nuevamente como gobernador. Y nunca había visto algo igual. El incumplimiento de más de 3 años de la Alcaldía de Medellín con el Metro nos obligó como Junta a hacer esa demanda. Y nos obligó porque es un tema que lleva dos años y medio hablándose en la Junta, pidiéndole a la Alcaldía que recapacitara, que analizara porque se estaba poniendo en riesgo la estabilidad del Metro. Porque el Metro, a su vez, fue demandado por los transportadores. Si la Alcaldía no le pasa los recursos al Metro, el Metro no tiene con qué pagarles a los transportadores”.
¿Y qué explicación dieron de la Alcaldía para no pagar esos recursos?, ¿no tienen con qué pagar o qué?
“Ese Fondo de Estabilización Tarifaria no es un invento de Medellín, esto existe en Bogotá, en Cali, en Barranquilla y en muchas ciudades del mundo. Este fondo es, claramente, para subsidiar la tarifa de transporte de los buses de Medellín que alimentan metroplús, que alimentan el metro, que alimentan todo el sistema. Si este fondo no existiera la tarifa tendría que ser del doble de lo que es hoy, con lo cual la gente no podría pagarla. Y si no se tuviera este FET volveríamos al pasado, a la guerra del centavo, al desorden total de la movilidad y al costo mayor para los usuarios, porque además no habría lugar a la integración. Entonces una persona tendría que coger un bus, pagarlo y de ahí montarse al metro y pagarlo. Esto es todo un sistema y tiene que haber un subsidio porque sino el costo del tiquete sería del doble o más”.
¿Y entonces?
“¿Cómo negociamos esa tarifa? Bien contrario a lo que dice la Alcaldía que miente al decir que las administraciones anteriores negociaron eso mal. No. Se negoció muy bien porque mientras aquí se tiene que subsidiar el 30%, eso es lo que la Alcaldía debe poner en el FET, en Bogotá y Cali es del 47%. Palabras más palabras menos, por cada peso que pone la Alcaldía de Medellín en Bogotá y en Cali para subsidiar el FET, se pone un peso y medio, 50% más. ¿Entonces, cómo estaría la cosa si fueran los mismos niveles que Bogotá y Cali? Es lo mismo en Londres, que es más del 50% del subsidio. Aquí es de 30% porque lo negociamos bien. Todas las alcaldías anteriores en Medellín han puesto esos recursos, como lo han hecho en Cali y Bogotá”.
Se avecina un cambio en la Junta Directiva del Metro, ¿hay algún temor de parte suya que el metro deje de ser tan técnico?
“He tenido la oportunidad de presidir la Junta del Metro como alcalde o como gobernador en 3 períodos. Y verdaderamente en todos los periodos, independientemente del Presidente, los miembros de la Junta del Metro han sido personas muy responsables, personas con mucho reconocimiento y han actuado en forma muy profesional con un gran compromiso. Es, por supuesto, una prerrogativa del actual Gobierno el cambiar esos miembros. Me parece que hay una cantidad de miembros de la Junta que tienen una tremenda experiencia, algunos de ellos son especialistas en el tema de transporte. Es una posibilidad que el Gobierno cambie a varios de sus representantes. Se ha mencionado que algunos de los miembros podrían ser funcionarios del alto nivel en ministerios. Creo que es una buena cosa pero deben mantenerse por los menos dos miembros que no necesariamente representen un ministerio o un área del Gobierno Nacional, esto porque las decisiones se relacionan con la emisión de bonos que está tramitando el Metro y que es muy importante para su financiación futura. Aspiro y espero a que se continúe teniendo un alto perfil en los miembros de la Junta Directiva del Metro”.
¿Qué ha pasado con Hidroituango desde que hizo el reclamo por el pago de los seguros?
“A pesar de que algunos me criticaron en forma destemplada por hablar del tema de los seguros diciendo que yo era un enemigo de EPM, yo lo que estoy es defendiendo los intereses de EPM, defendiendo los intereses de Antioquia. ¿Por qué? Lo que yo he dicho y sigo reiterando es que quedaron unos importantísimos recursos por reclamar, había una cobertura de más de $14 billones y se recibieron $4 billones. Estoy diciendo que hay $10 billones de colchón para lo que faltó por pagar. No se cuantificó ni se ha cuantificado el siniestro porque todavía no ha terminado. Sigo sosteniendo que hay unos recursos por cobrar, que no se cobraron y que se le debieron haber cobrado a la compañía de seguros.
A algunos les pareció raro que yo estuviera impulsando la terminación de las turbinas, que estuviera trabajando por la evacuación y colaborando en la misma, que estuviera pidiéndole al Presidente que si el plazo se pasaba no le cobraran la multa a Hidroituango. Es defender los intereses de Antioquia, porque es defender los intereses de EPM, defender los intereses de nuestra región y de nuestra gente, sin distingos políticos ni de personas.
He apoyado Hidroituango contra la estigmatización que se ha querido hacer en parte del país, coadyuvada por gente aquí, diciendo que hubo corrupción, está comprobado que no hubo corrupción, por eso los seguros pagaron. Basta con la estigmatización por otros de afuera y por unos de adentro. Celebro que se ponga a funcionar pero no porque las cosas se hayan hecho como se debieron haber hecho en los últimos dos o tres años. No. Se puso a funcionar porque detrás de ella está una empresa con 60 años, construida por todos los antioqueños. Un cambio de contratista a esta altura del partido es tremendamente riesgoso. Eso puede poner en riesgo el funcionamiento de las unidades 3 y 4, y también en el futuro, posiblemente de la 5 a la 8”.
A finales de enero se sabrá si Savia Salud se liquida o no, ¿el departamento se debe preparar para un efecto dominó en el sistema de salud?
“Uno de los problemas más graves que tiene el sistema de salud de Colombia es mucho más simple que toda la palabrería que se ha dicho. Nosotros tenemos un plan obligatorio de salud igual para el régimen contributivo y para el régimen subsidiado. Pero tenemos una UPC, que es la plata con la que se financia ese plan obligatorio, $144.000 menor en el régimen subsidiado. Entonces los prestadores del régimen subsidiado están tratados en una forma desigual y eso genera el déficit financiero que tienen las EPS. Es que $144.000 es mucha plata. Si los multiplica por 1.500.000 afiliados de Savia eso le da $216.000 millones”.
¿Es pesimista con Savia?
“Hay que buscar un camino distinto al de la liquidación de Savia. Es muy injusto ahora estar señalando a Savia y a otras EPS de un ejercicio financiero y de salud negativo sino se les dan las herramientas. Mi propuesta simple para el cambio que se le quiere hacer al sistema de salud es poner la UPC igual y el plan de beneficios igual, eliminar la diferencia entre EPS del régimen contributivo y régimen subsidiado. He hablado con la Ministra y hemos enviado el mensaje de que la liquidación de Savia no es la solución y que podría ser el agravamiento del problema. La propuesta es que construyamos una solución todos y estamos listos para construirla con nuestros socios y con los demás actores del sistema de salud. Al otro día de la liquidación viene la quebrazón de hospitales públicos y también posiblemente privados. Sentémonos y acordemos una ruta”.
¿Cuál es la posición frente a la reciente declaratoria de huelga por uno de los sindicatos de la FLA?
“Primero, somos un gobierno que siempre ha estado abierto al diálogo y dialogamos mejor si no hay de por medio una presión. En segundo lugar, los asesores de la Gobernación coinciden en que de ejecutarse esta huelga sería ilegal por diversos motivos y eso me parece complejo para el Sindicato y para quienes votaron la huelga si se ejecuta. Ojalá no se llegue a esos niveles porque nos veríamos obligados a avanzar en el marco del Estado de Derecho en esa solicitud de ilegalidad. En tercer lugar celebro que el viceministro de Trabajo Edwin Palma haya manifestado su voluntad de colaborar en un diálogo que evite que este conflicto se intensifique con absoluto perjuicio para todos. Y por último, hay que resaltar la previsión de la empresa para que los productos de la FLA estén a disposición para la venta tanto al finalizar el año como en el arranque. Hemos dicho que la FLA va bien, que la transformación ha dado buenos resultados, pero debemos ser cuidadosos porque muchas veces ha pasado que cuando las empresas van bien y quieren magnificarse desproporcionadamente sus resultados terminan convirtiéndose en el principio de una crisis que acabe con la empresa”.
¿Qué sigue tras la declaratoria de la huelga?
“La empresa ha estado dispuesta a continuar el diálogo. Pero para dialogar se requieren dos. Nosotros esperamos que se pueda llegar a un acuerdo y no se declare la ilegalidad porque todos saldríamos perdiendo”.