La dura afectación que llevan a cuestas más de 5.000 habitantes de cuatro veredas y un barrio de Barbosa desde mayo de 2018, cuando en medio de un fuerte aguacero vieron caer un puente que cruzaba el río Aburrá y los comunicaba con el casco urbano de la localidad, acabarían en un año. Eso sí, todo depende de si se cumplen los plazos que se acaban de establecer para la construcción de un nuevo viaducto, que les permita pasar de lado a lado sin dificultad.
El anuncio de la construcción del nuevo puente lo hizo el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), entidad que aportó los recursos para la obra. La caída del puente viejo, hace 39 meses, dejó a los residentes en las veredas en aislamiento, lo que les encareció el costo de vida y los llevó a realizar protestas y plantones casi que a diario pidiendo una solución.
Las veredas golpeadas son Graciano, Montañitas, La Buga y Las Peñas, y los barrios La Estación y El Porvenir. Y para esos sectores es que se invertirán $3.649 millones para un nuevo puente, el cual surgirá de un convenio interadministrativo entre el AMVA y la alcaldía barboseña.
“En el convenio con Barbosa garantizamos los recursos para recuperar el puente y mejorar la conectividad de las más de 5.000 personas incomunicadas con el casco urbano”, expresó el director del AMVA, Juan David Palacio.
¿Qué dice la población?
Al preguntarle por la noticia a Gladys Londoño, habitante del sector La Estación -llamado así porque allí quedaba la vieja estación del ferrocarril-, se declara aún un poco escéptica, pues dice preferir ver las obras realizadas y no en el papel. “Hasta que no pongan la primera piedra no estaré tranquila, porque la alcaldía anterior dijo que había dejado los recursos y firmado los documentos y la obra nunca la vimos”, expresó.
Según el cronograma, en dos meses se estaría dando la primera palada de tierra para el inicio de la construcción. Así lo dijo el alcalde de Barbosa, Édgar Augusto Gallego, quien indicó que ya se abrió el proceso licitatorio para elegir al contratista del proyecto.
“La obra se estaría adjudicando en octubre. Las comunidades residentes en estas veredas han sido muy perjudicadas y emplean gran parte de su tiempo y sus energías en llegar a la zona urbana”, reconoció. Su localidad no tenía los dineros para esta obra y por eso su administración se la jugó por lograr los aportes del AMVA. Según los anuncios hechos, una vez asignada la obra, esta sería ejecutada en 10 meses para que en agosto de 2022 esté en servicio.