Un nuevo rumbo tomó el proceso que se sigue contra los dos hombres que, en mayo de 2014, fueron identificados como responsables de causarle la muerte al joven Miguel Ángel Palacio, de 16 años, cuando este increpó a uno de ellos por agredir a una mascota, pues cuando los implicados habían logrado un acuerdo con la Fiscalía para pagar 68 meses de cárcel, su defensa pidió que se les concediera la prisión domiciliaria.
Se había anunciado que ayer, en un juzgado de Envigado, se daría lectura al fallo condenatorio con la sentencia, pero ante la solicitud de sus defensores, el juez tomó la decisión de programar una nueva audiencia para el 25 de enero, en la cual se dará a conocer si acepta la petición de la defensa de los acusados.
Esta argumentó, para pedir la casa por cárcel, que ambos son cabezas de hogar (el uno padre y el otro padrastro) y en aras de que la pena no supera los 8 años de prisión, se les podría otorgar el beneficio.
Esta petición fue rechazada de inmediato por la defensa de las víctimas, que fueron Miguel Ángel y su joven hermano, que también fue atacado en desarrollo del mismo hecho, pero cuyas heridas no fueron tan graves.
“No estoy de acuerdo con la rebaja en este caso. Es un homicidio, una tentativa de homicidio agravado, y por el hecho de que se rebaje la pena no deja de ser muy grave. La ley no debe permitir la domiciliaria, porque es claro que los menores (refiriéndose a los hijos de uno de los procesados) tienen una mamá y es claro que en el tiempo que han estado internos los niños han podido sobrevivir, estudiar y estar con su madre”, argumentó la defensa de las víctimas.
Añadió que conceder ese beneficio no se compadecería con la gravedad de la conducto y porque, además, uno de los implicados ya registra antecedentes por agresiones con arma blanca, por los cuales incluso pagó condenas anteriores, aunque estas pruebas no fueron aceptadas por el juez que lleva el caso, el cual es seguido de cerca por las fundaciones defensoras de animales, que ven en Miguel Ángel un mártir de la causa animalista .
