Un incendio que se desató el pasado domingo en el barrio Nueva Jerusalén dejó diez viviendas afectadas y dos personas lesionadas, según los primeros reportes de las autoridades.
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La emergencia se desató hacia la 1:20 de la tarde y tuvo que ser controlada por los cuerpos de bomberos de Bello y Medellín.
Según quedó captado en varias imágenes ciudadanas, la conflagración generó una gran columna de humo que logró divisarse desde gran parte del norte del Valle de Aburrá, generando preocupación entre los ciudadanos.
Pese a la urgencia de la situación, el capitán Nelson Zuluaica Patiño, comandante de Bomberos Bello, señaló que los organismos de socorro sufrieron múltiples problemas para acceder al sitio del desastre, por culpa de vehículos que estaban atravesados en la vía de acceso.
“En el sitio fue compleja la llegada, en vista de que los vehículos parqueados al lado y lado de la vía hacen casi imposible el ingreso de los vehículos de emergencia”, denunció el socorrista.
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Durante la atención del siniestro, Zuluaica añadió que dos personas resultaron lesionadas, pero lograron ser estabilizadas por personal médico sin mayores novedades.
En total fueron desplegadas una máquina extintora, un vehículo de intervención rápida y una motocicleta del cuerpo de bomberos de Bello, que fueron a su vez apoyados por otras cuatro unidades y otra máquina extintora del Cuerpo de Bomberos de Medellín.
Tras lograr extinguir las llamas, se contabilizaron dos viviendas que quedaron completamente destruidas y otras ocho con daños parciales.
La emergencia de este domingo volvió a poner sobre la mesa el drama que atraviesa el barrio Nueva Jerusalén, ubicado en el norte del Valle de Aburrá y habitado por cerca de 4.500 familias, según cálculos de los líderes locales.
Pese a su densidad poblacional, este barrio de Bello se caracteriza por carecer de nomenclatura, vías pavimentadas o electricidad, por haberse levantado de manera informal.
La zona también es considerada de alto riesgo, no solo por sus falencias de infraestructura, sino por estar ubicada en una ladera propensa a los derrumbes y los movimientos en masa.
Tan solo en abril de 2022, cabe recordar que los bomberos de Bello también tuvieron que rescatar a dos personas que quedaron atrapadas en un alud, causado por las fuertes lluvias que cayeron sobre la ciudad entonces.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por prevenir que la zona siga siendo urbanizada de manera informal, la mancha urbana ha continuado expandiéndose y los peligros se mantienen.
