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Quemar la moto no lo salva de la sanción

Le contamos qué pasa con los que incurren en esta acción, que a veces se repite en el Valle de Aburrá.

  • En inmediaciones a la Plaza Minorista un joven incendió su moto porque iba a ser sancionado por el tránsito. FOTO cortesía
    En inmediaciones a la Plaza Minorista un joven incendió su moto porque iba a ser sancionado por el tránsito. FOTO cortesía
18 de octubre de 2022
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No son muy frecuentes, pero cuando ocurren se vuelven muy sonoros y a veces virales: los casos de muchachos que al momento de recibir un comparendo optan por quemar sus motos en presencia de los agentes de tránsito, ya sea en señal de inconformidad con la multa o porque no pueden controlar la rabia de ser sancionados.

Este hecho se ha repetido tres veces este año. El más reciente ocurrió el pasado viernes al frente de la Plaza Minorista, cuando un conductor fue requerido por una agente de la Secretaría de Movilidad al notar que estaba violando la norma del pico y placa.

Tal como lo relató EL COLOMBIANO en sus páginas digitales, el incidente ocurrió a las 6:48 a.m. en la carrera 57 (avenida Ferrocarril) con calle 55, afueras de la Minorista, cuando el motociclista fue sorprendido en una moto cuyo primer dígito era el 2, que ese día tenía la restricción y no podía estar en las vías.

Pero como si fuera poco, cuando la agente le solicitó los documentos, el motociclista admitió que no tenía licencia de conducción ni Soat (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito) ni revisión técnico-mecánica, documentos que también son indispensables para circular por las calles.

En ese momento, el implicado ya llevaba cuatro infracciones, por lo cual la multa se le iba a “ir honda”, como se dice en el argot popular. Viendo la situación, el joven abrió el tanque de la gasolina y le prendió fuego al vehículo, el cual empezó a arder en llamas.

Paso seguido, se fue del lugar dejando su moto encendida. Lo que vino después fue una sorpresa mayor: al verificar los antecedentes, las autoridades comprobaron que vehículo estaba a nombre de persona indeterminada, es decir, con la matrícula cancelada. Quien la llevaba no tenía la titularidad como dueño. Tras apagarla, la moto fue inmovilizada y llevada a los patios.

No tiene sanción

Un hecho similar ocurrió el pasado 17 de agosto, cuando en cercanías a la Terminal de Transporte del Sur, en un puesto de control, un hombre fue requerido por los agentes, que le exigieron mostrar los documentos al día de su vehículo. Como estaban desactualizados, también optó por quemarla rociándole un líquido inflamable. Por fortuna, los bomberos apagaron la moto en pocos minutos y la misma también fue inmovilizada.

En un lacónico comunicado, la Secretaría de Movilidad explicó que el conductor “se mostraba reacio a que se le realizara un informe y decide quemar su moto”. En el Valle de Aburrá se han registrado otros casos este año (ver Paréntesis).

La Secretaría de Movilidad indicó que esta acción -la de quemar los vehículos- no genera multa adicional. “Solo se le impone la infracción por la falta que hayan cometido, se continúa el proceso normal y se inmoviliza”, explicó n

No son muy frecuentes, pero cuando ocurren se vuelven muy sonoros y a veces virales: los casos de muchachos que al momento de recibir un comparendo optan por quemar sus motos en presencia de los agentes de tránsito, ya sea en señal de inconformidad con la multa o porque no pueden controlar la rabia de ser sancionados.

Este hecho se ha repetido tres veces este año. El más reciente ocurrió el pasado viernes al frente de la Plaza Minorista, cuando un conductor fue requerido por una agente de la Secretaría de Movilidad al notar que estaba violando la norma del pico y placa.

Tal como lo relató EL COLOMBIANO en sus páginas digitales, el incidente ocurrió a las 6:48 a.m. en la carrera 57 (avenida Ferrocarril) con calle 55, afueras de la Minorista, cuando el motociclista fue sorprendido en una moto cuyo primer dígito era el 2, que ese día tenía la restricción y no podía estar en las vías.

Pero como si fuera poco, cuando la agente le solicitó los documentos, el motociclista admitió que no tenía licencia de conducción ni Soat (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito) ni revisión técnico-mecánica, documentos que también son indispensables para circular por las calles.

En ese momento, el implicado ya llevaba cuatro infracciones, por lo cual la multa se le iba a “ir honda”, como se dice en el argot popular. Viendo la situación, el joven abrió el tanque de la gasolina y le prendió fuego al vehículo, el cual empezó a arder en llamas.

Paso seguido, se fue del lugar dejando su moto encendida. Lo que vino después fue una sorpresa mayor: al verificar los antecedentes, las autoridades comprobaron que vehículo estaba a nombre de persona indeterminada, es decir, con la matrícula cancelada. Quien la llevaba no tenía la titularidad como dueño. Tras apagarla, la moto fue inmovilizada y llevada a los patios.

No tiene sanción

Un hecho similar ocurrió el pasado 17 de agosto, cuando en cercanías a la Terminal de Transportes del Sur, en un puesto de control, un hombre fue requerido por los agentes, que le exigieron mostrar los documentos al día de su vehículo. Como estaban desactualizados, también optó por quemarla rociándole un líquido inflamable. Por fortuna, los bomberos apagaron la moto en pocos minutos y la misma también fue inmovilizada.

En un lacónico comunicado, la Secretaría de Movilidad explicó que el conductor “se mostraba reacio a que se le realizara un informe y decide quemar su moto”. En el Valle de Aburrá se han registrado otros casos este año (ver Paréntesis).

La Secretaría de Movilidad indicó que esta acción -la de quemar los vehículos- no genera multa adicional. “Solo se le impone la infracción por la falta que hayan cometido, se continúa el proceso normal y se inmoviliza”, explicó

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