En Medellín urgen, por lo menos, 300 agentes de tránsito para controlar el caos vial

En el Consejo de Medellín se planteó el crítico panorama que tiene la ciudad. Se evalúa solicitar recursos al Gobierno para ampliar la planta de agentes.

Por la cantidad de vehículos Medellín debería duplicar su planta de agentes, y aún así quedaría en déficit. FOTO: CAMILO SUÁREZ

Medellín tiene 510 agentes de tránsito para controlar la movilidad de 1.800.000 vehículos que transitan a diario. Para ser precisos, son 410 agentes que se distribuyen las calles de la ciudad porque otros 100 están en labores plenamente administrativas.

En la ciudad ocurren 200 incidentes de tránsito diarios, en el 60% de estos se presentan lesiones, que implican que el agente que atiende los hechos deba destinar en promedio una hora de su tiempo en un caso de estos. Estas cifras explican, en buena medida, el caos de movilidad que padece Medellín todos los días.

Una Comisión Accidental en el Consejo de Medellín analizó la situación buscando alguna solución. Según el secretario de Movilidad, Víctor Piedrahíta, se necesitarían al menos 300 agentes para mitigar la situación. Sin embargo, esto no es fácil de lograr.

El presupuesto y la normativa amarran al distrito. La ley 617 de 2000 limita el valor máximo de los gastos de funcionamiento de los municipios de categoría especial como Medellín al 50% de sus ingresos corrientes de libre destinación. Por eso en el Consejo debatieron la forma en la que la Secretaría de Hacienda pueda abrir una ventana que permita ampliar la planta de agentes de tránsito.

Por ahora, el problema no solo está lejos de solucionarse sino que tiende a agravarse, pues de la planta actual hay más de 300 agentes en provisionalidad que a falta de una titularidad en Medellín están buscando vía concurso de méritos un cupo en otros municipios.

Jairo Alonso Bonilla, agente de tránsito de la ciudad, retrata fielmente el problema entre manos. En la zona norte diariamente se destinan de 8 a 12 agentes. “La zona norte es intransitable. Es más fácil ir a Santa Fe de Antioquia que a Bello por la falta de control que podemos ejercer”, concluyó.