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Hay una relación entre pobreza extrema y letalidad del covid-19: Medellín Cómo Vamos

  • Una de las zonas que debe ser priorizada en la atención al covid-19 es La Candelaria. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
    Una de las zonas que debe ser priorizada en la atención al covid-19 es La Candelaria. FOTO EDWIN BUSTAMANTE
17 de diciembre de 2020
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En Medellín, cerca del 75 % de la población es susceptible de contagiarse de covid-19. Esa es una de las conclusiones del informe “Seguimiento a la situación del covid-19 en Medellín”, elaborado por Medellín Cómo Vamos, que también indica que el número de fallecimientos por coronavirus en la capital antioqueña sigue la tendencia de contagios confirmados.

“Esto es, a mayor número de muertes, mayor número de casos confirmados”. Sin embargo, la relación entre esas variables no siempre es consistente para todos los territorios. Según el texto, por ejemplo, El Poblado evidenció 5.069 casos con corte al 6 de diciembre y 58 fallecidos. En contraste, La Candelaria, con un menor número de positivos registró 146 decesos. “De modo que, las condiciones de acceso a la salud (...), afectan los resultados en términos de mortalidad”.

El documento hace otras comparaciones entre sectores de la ciudad, cuyas cifras tampoco obedecen la lógica inicial: a mayor número de infectados, más víctimas mortales. De ahí surgen inquietudes como el efecto de las condiciones sociales y económicas de cada territorio.

Hallazgos

A partir del Índice Multidimencional de Condiciones de Vida (Imcv) y su relación de letalidad por comuna y corregimiento, según el informe, hay diferencias que exigen una política diferencial de atención.

En el documento se evidencia como El Poblado, Belén, Laureles y La América exhiben una mortalidad por debajo del 2 %, mientras que Guayabal y La Candelaria presentan índices de mortalidad superiores a esa cifra. Esto a pesar de que todas esas localidades comparten un Imcv superior a los 50 puntos.

“Con respecto a los territorios que tienen un Imcv menor a 50 puntos, existen 2 grupos claramente identificables. Un grupo de mortalidad baja por covid-19, donde están los 5 corregimientos, más Robledo, Buenos Aires y San Javier. En el otro grupo están las 4 comunas de la zona 1 (Popular, Santa Cruz, Manrique y Aranjuez), más Castilla, Doce de Octubre y Villa Hermosa”, subraya el informe al señalar los contrastes de la pandemia por cada sector.

Los territorios de la ciudad con mayor incidencia de la pobreza monetaria extrema a 2017 –agrega el texto– evidenciaron una tendencia a tener mayor letalidad por covid-19, con corte a 6 de diciembre de 2020. Así las cosas, si bien los factores económicos no son la única variable que incide en la letalidad del virus, estos permiten dar una explicación parcial de las variaciones por comuna y corregimiento.

“Al analizar la relación entre la Incidencia de Pobreza Monetaria Extrema por comuna y corregimiento y la letalidad del virus, las cifras evidencian que, en general, existe una relación directamente proporcional entre ambas variables”, indica, al respecto, el documento.

En ese punto, centra el foco en La Candelaria al explicar la hipótesis de que, aunque tiene una incidencia media de la pobreza extrema por ingresos, pero un mayor nivel de letalidad, debido a “la mayor exposición a las poblaciones flotantes y las condiciones de habitabilidad de muchas de las personas que tienen como vivienda a esa comuna”.

Contrastes por edad

En este punto, el informe indica que “no se puede verificar una relación directa entre el número de personas mayores de 60 años y la mortalidad por comuna y corregimiento, de hecho, las tres comunas con mayor proporción de personas mayores de 60 años y de hombres mayores de 60 años, que son El Poblado, La América y Laureles, tienen un promedio más bajo de mortalidad que el resto de la ciudad”.

Los cuatro corregimientos que tienen un carácter más rural como Palmitas, Santa Elena, Altavista y San Cristóbal –continúa el documento– tienen tasas de letalidad estructuralmente más bajas que el resto de la ciudad, mientras que San Antonio de Prado con una de las tasas de personas mayores más baja de la ciudad (menos del 5%), tiene una tasa de letalidad que triplica a Santa Elena y que es 50 % mayor que Altavista.

“La Candelaria es la comuna que tiene la tasa de letalidad más alta de todas, y es después de El Poblado, La América y Laureles, la que tiene una mayor concentración de población mayor de 60 años de la ciudad, con cerca del 25 %”, complementó el texto.

Evolución de los contagios

Conforme al documento, al comparar los fallecidos por comuna y corregimiento con la tasa de letalidad de cada uno de los territorios para los periodos octubre (18 de octubre) y diciembre (6 de diciembre), existe variabilidad en el ritmo de crecimiento de los fallecidos y el aumento o disminución de la tasa de letalidad de cada territorio.

Para el periodo analizado, las comunas El Poblado, Popular, Santa Cruz, La Candelaria y Villa Hermosa, tuvieron un incremento claro de la tasa de letalidad, lo mismo Santa Elena y San Cristóbal en los corregimientos. Por su parte, Laureles, Robledo, Buenos Aires, Castilla, Aranjuez, Belén, así como Altavista y los casos por ubicar, tuvieron mejoras en letalidad. El resto de comunas y corregimientos mantuvieron tasas de letalidad más o menos estables.

“Con respecto a los casos de infecciones confirmadas hay diferencia entre el crecimiento que se registró entre octubre y diciembre. Existen comunas como El Poblado, La América y Laureles, donde los casos confirmados crecieron por encima del 70 % (77 %, 79 % y 82 %, respectivamente) entre octubre y diciembre”.

“De otro lado, Santa Cruz, Popular, Manrique, Aranjuez, Villa Hermosa, La Candelaria y el Doce de octubre, donde los casos crecieron menos del 50 % en el mismo periodo. Cabe plantear preguntas que indaguen por qué la pandemia afectó más a esos territorios o por qué allí se encuentra el mayor acceso a pruebas”, remarcó.

Algunas conclusiones

El documento concluye con tres reflexiones que, para Medellín Cómo Vamos, deben ser tenidas en cuenta por las autoridades locales. Primero, señala que aunque hay informes detallados diarios de activos, fallecidos, casos confirmados, tasa de letalidad y ocupación y disponibilidad de camas UCI, se debe complementar esta información con variables como el nivel de positividad, los tipos de pruebas y el lugar de vivienda del caso sospechoso.

Luego señala que se debe “incrementar el número de pruebas focalizadas en las zonas donde se presenta un porcentaje de casos confirmados menor al promedio, y en especial en aquellas zonas de la ciudad donde los casos de fallecimiento están creciendo a mayor velocidad que el crecimiento de casos confirmados”.

Por último, hace un llamado a que se establezca un análisis focalizados en la zona nororiental de la ciudad, en Buenos Aires y en La Candelaria, pues estas comunas muestran mayor vulnerabilidad y afectación, por lo que “deben tener un monitoreo dinámico y constante que permita un enfoque integral de apoyo social”. Así, el informe indica que se debe fortalecer la atención primaria, los médicos en casa y el seguimiento a la situación de salud de los núcleos familiares.

“Situaciones como la demora en la entrega de la unidad intermedia de Buenos Aires, por mencionar un caso, no se deben repetir y es fundamental densificar la red de prestación y atención primaria basada en la prevención allí donde las condiciones socioespaciales generan más riesgos”, finaliza el informe.

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