Este sábado, Colombia y el mundo celebrarán la Hora del Planeta y se apagarán las luces –tal como se hace desde 2007 entre 8:30 y 9:30 de la noche– para darle un respiro a la naturaleza y promover la conciencia ecológica entre los líderes globales con miras a que se aprueben más iniciativas en contra de la degradación y el cambio climático.
En territorio colombiano cuatro ciudades capitales se unirán al apagón por el medio ambiente: Bogotá, Medellín, Bucaramanga e Ibagué.
Medellín
El ayuntamiento de la capital antioqueña subrayo que se unirá a este movimiento al apagar las luces de edificios emblemáticos como el Centro Administrativo Municipal. Además, la interrupción en pro de los ecosistemas también se realizarán en el edificio EPM y el Parque de las Luces.
“En Medellín reconocemos la importancia de ser resilientes frente a los efectos del cambio climático y, por esto, de la mano del C40, construimos el Plan de Acción Climática el cual nos permitirá trazar la ruta hacia la reducción de los gases de efecto invernadero para que a 2030 logremos reducir en un 20 % estas emisiones, especialmente en los sectores de transporte, energía y residuos”, afirmó la secretaria de Medio Ambiente, Diana María Montoya.
En línea con ello, la funcionaria destacó que “además de aumentar en un 15 % los viajes en bicicleta y lograr que el 24 % de los buses y busetas sean eléctricos, invitamos a todos a unirse a este acto de amor por la naturaleza que va desde las 8:30 de la noche y nos permite conectarnos por una hora con ella”.
Paralelamente, el subsecretario de Gestión de Bienes, Fredy Agudelo Bolívar, remarcó que la administración municipal tiene el propósito acelerar la transición de Medellín hacia una ecociudad.
“Acciones como Basura Cero, la disminución de plásticos de un solo uso y las compras públicas sostenibles, sumadas a la gran voluntad ciudadana de hacer prácticas eficientes en el medio ambiente nos llevarán al cumplimiento de este objetivo”, añadió.
Las otras capitales
Entretanto, en la capital colombiana, se apagarán las luces de insignes edificaciones como la Torre Colpatria, el Museo Nacional y el cerro Monserrate.
Por su parte, Bucaramanga bajará los suiches en su Parque de los Niños; Plaza Cívica Luis Carlos Galán; Viaducto Provincial; Parque Las Palmas; Parque García Rovira; Parque Santander; y escenarios deportivos del Estadio Alfonso López.
Sumada a las dos anteriores urbes, la capital musical de Colombia, apagará la luz en su Alcaldía; la Gobernación de Tolima; Sector de la Samaria; Estación Centro Comercial de Ibagué; Panóptico y el Conservatorio de Música.
Momento crucial para la vida
La Hora del Planeta, como se había mencionado, se ha convertido desde 2007 en el principal movimiento impulsado por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) y ha inspirado a individuos, comunidades, empresas y organizaciones en más de 180 países a tomar acciones por la preservación de los biomas y recursos naturales.
De acuerdo con la organización, diversos incidentes catastróficos, que incluyen climas extremos, incendios devastadores y el brote del Covid-19 han resaltado que proteger el medio ambiente es crucial para tener un futuro.
“Los ecosistemas naturales sanos son la piedra angular de la prosperidad, y de las sociedades equitativas y sustentables. Nuestros modelos socioeconómicos actuales nos están guiando a una devastadora destrucción de la naturaleza que aumenta nuestra vulnerabilidad a pandemias, acelerando el cambio climático, y arriesgando nuestro bienestar general”, expuso Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
Este 2021, añadió el experto, “es un año crucial para la humanidad. Mientras el mundo intenta cambiar el rumbo y recuperarse de los estragos de la pandemia y reconstruirse, nosotros tenemos que poner a la naturaleza al centro de nuestros esfuerzos de recuperación con el fin de que nuestras economías y sociedades estén preparadas en el futuro”.
Gracias a La Hora del Planeta, según WWF, se ha logrado la creación de un área marina protegida de 3,5 millones de hectáreas en Argentina; de un bosque de 2.700 hectáreas en Uganda; se garantizó una nueva legislación de protección de los mares y bosques en Rusia; se impulsó la prohibición de los plásticos de un solo uso y de los productos de espuma de poliestireno en Quito; y se inició la plantación de 20.000 plantones de mangle en 13 ciudades de Indonesia.
Lambertini finalizó haciendo hincapié en que son urgentes las acciones que reviertan la pérdida de la biodiversidad y garanticen un mundo positivo para la naturaleza en 2030.