Los escuadrones de la Policía de Vecindario perseguirán dos objetivos claros en los diez municipios del Aburrá en donde iniciaron los pilotos: estar más cerca a la comunidad, como cualquier vecino, y trabajar de la mano de los habitantes de cada barrio para luchar contra la delincuencia y mejorar la percepción de seguridad.
Hasta el momento, el plan ha iniciado en varias ciudades como Bogotá, Cali, Barranquilla, Pereira, Cúcuta y los municipios del área metropolitana que apenas iniciaron operaciones el pasado jueves.
En diálogo con EL COLOMBIANO, la capitán Deisy Aponte Rojas, jefe de Prevención y Educación de la Policía Metropolitana, explicó que los policías fueron ubicados estratégicamente en zonas priorizadas que tienden a ser más reiterativas en actos delictivos o problemas de convivencia.
En ese sentido, por ejemplo, para el caso de Medellín las comunas que más escuadrones recibirán serán San Javier, Candelaria, Manrique, y 12 octubre.
Por su parte, el mayor general Jorge Luis Vargas, director general de la Policía Nacional, detalló que la estrategia se basa en la nueva Política Marco de Convivencia y Seguridad Ciudadana, en su línea 7 dedicada a la prevención.
No obstante, el experto en seguridad Néstor Rosanía, director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, cuestiona la efectividad de la estrategia para atacar realmente las estructuras criminales argumentando que estas terminarán desplazándose hacia otros territorios que no tengan presencia institucional.
“Estos grupos tienden a mejorar la percepción de seguridad porque asociamos el número de policías con eso, pero no atacan el problema de fondo”, dijo.
Por su parte, el consultor en seguridad y defensa John Marulanda ve la estrategia como una muestra de la iniciativa de la Policía por aplicar nuevas ideas ante la problemática de seguridad que se vive en el país. “Y en cuanto a la efectividad habrá que esperar a que lleve un tiempo funcionando para hacer los ajustes necesarios”, agregó.