Después de un mes y tres días de presentarse una falla geológica que destruyó un tramo de la vía principal, desde la noche del martes por fin los habitantes de Valparaíso y Caramanta recuperaron el ingreso de toda clase de vehículos a sus zonas urbanas por una trocha alterna en el sector de Sabaletas.
Aunque se trata de una solución temporal, muchas personas que se desplazaron hasta el lugar crítico celebraron con algarabía el reingreso de los autos particulares, vehículos de pasajeros y de carga, que en las últimas cuatro semanas tuvieron que hacer transbordo con sus mercancías o abstenerse de viajar.
Con la misma euforia se comportaron los conductores de las primeras motocicletas, automóviles, buses, furgones y hasta volquetas que pudieron pasar por el lugar de la emergencia, haciendo sonar sus pitos. “Parece como si fueran muchos meses sin entrar al pueblo”, comentó uno que manejaba un particular.
Se abrió vía en un potrero
En el lugar de los hechos, el alcalde de Valparaíso, Jaime Rincón Galvis, celebró que la obra dará un alivio al agobio padecido por 15.000 habitantes de los dos municipios vecinos, que en más de un mes han soportado desabastecimiento de gasolina, de gas, algunos víveres e insumos de construcción, al igual que una gran reducción de las actividades comerciales y el turismo.
El funcionario subrayó que la pequeña variante que se construyó en tiempo récord para superar el colapso del puente de la quebrada Sabaletas, fue posible por la unión de esfuerzos de autoridades y comunidad. Para lograrlo, valoró el gesto del ciudadano Alberto Montoya, quien cedió una franja de su finca para hacer la nueva vía, y el aporte de las empresas Sumicol, Eurocerámica y Quebradona, y de algunos volqueteros, que pusieron su personal, máquinas y materiales al servicio de la causa comunitaria.
Bajo la supervisión de Corantioquia, en el lecho de la quebrada se pusieron tubos de 38 pulgadas, y sobre ellos se conformó un terraplén con varias capas de afirmado para soportar el peso de los vehículos.
La obra, sin embargo, no es definitiva, pues se está pendiente de que una de las firmas facilite las piezas para instalar en la quebrada un box culvert, cuyas cajas ofrecen mayor altura y capacidad hidráulica ante eventuales aumentos del caudal. Con la utilización de la variante, expuso Rincón, se libera el espacio para que la Gobernación realice las obras de repotenciación del puente de Sabaletas.