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Se dispara rescate de animales silvestres en el Valle de Aburrá: van 17.000 desde 2024

Entre 2016 y 2023 se rescataron 63.000 animales y para periodo 2024 - 2027 cifra podría superar 40.000.

  • Adelante, un zorro perro rescatado por los funcionarios del Área Metropolitana. Atrás, una de las unidades móviles dedicadas a esta tarea. FOTO: Cortesía.
    Adelante, un zorro perro rescatado por los funcionarios del Área Metropolitana. Atrás, una de las unidades móviles dedicadas a esta tarea. FOTO: Cortesía.
  • Unos gazapos –crías de zarigüeya– que fueron rescatados. Estos deberán aprender a valerse sin su madre. FOTO: Cortesía.
    Unos gazapos –crías de zarigüeya– que fueron rescatados. Estos deberán aprender a valerse sin su madre. FOTO: Cortesía.
  • Hasta los incomprendidos gallinazos son atendidos en el Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
    Hasta los incomprendidos gallinazos son atendidos en el Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
  • Uno de los expertos del Área Metropolitana rescatando una iguana. FOTO: Cortesía.
    Uno de los expertos del Área Metropolitana rescatando una iguana. FOTO: Cortesía.
  • Una de las aves silvestres que fue atendida en el CAVR del Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
    Una de las aves silvestres que fue atendida en el CAVR del Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
  • Se dispara rescate de animales silvestres en el Valle de Aburrá: van 17.000 desde 2024
23 de mayo de 2025
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Aunque el área metropolitana está densamente urbanizada, su ubicación en medio de un valle la convierte en un corredor natural para la fauna silvestre. Muchos animales, ya sea en sus desplazamientos por la ciudad o tras escapar del tráfico ilegal, terminan heridos o desorientados en plena urbe.

En redes sociales circulan con frecuencia imágenes de zarigüeyas, loras, zorros perros o tortugas que resultan lesionados en su tránsito por el entorno urbano. Afortunadamente, varios de estos animales cuentan con quienes los rescaten y cuiden. Pero el aumento sostenido en estos casos en la última década debería encender una alarma: algo no estamos haciendo bien.

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Aunque por un lado es positivo que la mayoría de habitantes tenga una conciencia cada vez más amplia frente a la fauna y una mayor compasión ante su sufrimiento, justamente esto ha hecho que los reportes para rescatar animales estén al alza.

Unos gazapos –crías de zarigüeya– que fueron rescatados. Estos deberán aprender a valerse sin su madre. FOTO: Cortesía.
Unos gazapos –crías de zarigüeya– que fueron rescatados. Estos deberán aprender a valerse sin su madre. FOTO: Cortesía.

Según el Área Metropolitana, mientras que en el cuatrienio 2016–2019 se rescataron 25.476 animales salvajes; entre 2020 y 2023 fueron 38.096. Para el 2024-2027 se estima que serán 40.000, sin embargo, solo entre 2024 y 2025 ya van 17.207. Es síntesis, entre 40 a 45 rescates al día son atendidos por los tres equipos desplegados en el norte, centro y sur del Aburrá por parte del Área Metropolitana.

De acuerdo con Andrés Gómez Higuita, coordinador de la Red de Tratamiento de Fauna Silvestre del Área, se atienden todo tipo de animales. La mayoría de reportes corresponden a zarigüeyas heridas o atrapadas. Luego siguen los rescates de tortugas (como las morrocoy, hicotea, brasilera) las cuales obedecen principalmente al tráfico, pues el reptil no es originario del Aburrá. Otros animales que más rescatan son las tórtolas y las ardillas.

Hasta los incomprendidos gallinazos son atendidos en el Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
Hasta los incomprendidos gallinazos son atendidos en el Área Metropolitana. FOTO: Cortesía

Mención especial merecen los coquitos o Ibis negros, un ave de largo pico que se ha vuelto muy común en el Aburrá y que tristemente llega en muy mal estado al Centro de Atención, Valoración y Recuperación del Área (CAVR), pues cuando los especialistas les revisan hallan en sus estómagos desde tapas de gaseosa hasta agujas y monedas que el animal, sin querer, se echa al pico buscando saciar su hambre.

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A estos hay que sumar los pericos reales (esos bullosos que al atardecer cantan en la Avenida Oriental) que a veces son víctimas de pedradas por parte de algunos habitantes de calle que los atacarían por simple gusto.

Otros sufridos animales son las iguanas, no solo víctimas de caídas y atropellamientos, sino de crueles foráneos que –buscando seguir horrendas tradiciones de sus sitios de origen– extraen sus huevos estando vivas para luego dejarlas heridas de muerte con el abdomen abierto.

Uno de los expertos del Área Metropolitana rescatando una iguana. FOTO: Cortesía.
Uno de los expertos del Área Metropolitana rescatando una iguana. FOTO: Cortesía.

Pero aparte de estos animales, otros también rescatados por el Área son los torpes pichones de currucutús que se caen del nido y que algún vecino preocupado recoge pensando que morirá solo y hasta gallinazos que se enredan en cables y árboles.

Gómez tiene en su recuerdo el rescate de una lora “bombardera” que resultó afectada en la Catedral Metropolitana del Parque de Bolívar toda vez que tomó el hábito de morder con su pico el revoque de argamasa de la iglesia. Esto aflojó uno de los pesados ladrillos que terminó cayendo causando susto entre la gente.

Proceso de atención

Según comentó el experto, la atención de las emergencias inicia cuando las personas se comunican al celular o WhatsApp 304 630 00 90 para reportar el animal. Si existe la posibilidad de recogerlo en la misma jornada, un equipo se desplaza hasta el sitio del reporte para atenderlo. Si no, en la medida de lo posible el animal debe ser recogido por el que alerta y esperar la llegada de los técnicos, o llevarlo –si tiene forma o está cerca– a la Estación de Paso que tiene el Área ubicada en el Jardín Botánico de Medellín.

Una vez junto al animal, el equipo lo revisa y de ser el caso atiende sus heridas y lo estabiliza. Posteriormente lo traslada a la Estación de Paso para que ya al segundo día pueda ser trasladado al CAVR del Área Metropolitana.

Una de las aves silvestres que fue atendida en el CAVR del Área Metropolitana. FOTO: Cortesía
Una de las aves silvestres que fue atendida en el CAVR del Área Metropolitana. FOTO: Cortesía

Allí los cerca de 70 funcionarios del CAVR –entre los que hay 11 médicos veterinarios, tres biólogos y dos zootecnistas– se emplean en atender a los animales en esta enorme clínica que en sus 2.600 metros cuadrados también incluyen biomasa para rehabilitar los animales de 160 especies que hay allí. Hoy este espacio atiende cerca de 305 animales, una ocupación cercana al 85%.

Aparte de los retos sanitarios, biológicos, zootécnicos y microbiológicos (muchos animales durante su estancia con humanos adquieren virus y bacterias que para ellos son mortales), mención especial se merece que en el CAVR se atienden 250 animales neonatos a los que hay que enseñarles lo que sus padres ya no pueden dado su cautiverio.

“Acá las loras y guacamayas que nunca han volado en sus vidas aprenden a hacerlo; o los gazapos (crías de zarigüeya) que perdieron a sus madres aprenden a caminar y a valerse por si mismos. Son procesos que pueden durar hasta años”, comentó Gómez.

Uno de esos casos ocurrió en 2021, cuando la Policía rescató un cachorro de puma de apenas cuatro meses en una casa de San Javier, el cual ya tenía una displasia. El dueño dijo que se lo había traído desde Mocoa junto a un cargamento de chontaduros. Solo imaginar el viaje hace pensar en el sufrimiento del animal.

Desde que llegó al CAVR el cachorro pasó cerca de 9 meses recuperando su espíritu salvaje y su condición física. En ese tiempo desde el Área contactaron a CorpoAmazonía, autoridad ambiental en el sur del país, e indagando se dieron cuenta de que el animal tendría otro pariente a cargo de Corpoamazonía que también había sido incautado en Mocoa.

Casi tres años después, y luego de culminar su proceso de rehabilitación, ahora los dos pumas vagan por la selvas amazónicas. Menos mal esta historia tuvo un final feliz, aunque si uno mira con detalle que infortunadamente la codicia del hombre le costó tres años de dolor al felino ¿Cuántos casos menos afortunados no habrá?

Se dispara rescate de animales silvestres en el Valle de Aburrá: van 17.000 desde 2024

Urge mano dura contra maltratadores

De seguir la tendencia actual, la llegada de animales salvajes al CAVR (84% heridos, el restante 16% por tráfico de fauna silvestre) seguirá en aumento, y más en una época donde la necedad de las redes sociales pone a figurar a los mal llamados “influencers” que buscan obtener vistas por cuenta de interactuar con estos frágiles animales.


Y si bien la ciudad es pionera en políticas de atención a fauna, no solo urgen más de estas sino también la judicialización de quienes maltratan a estos seres, pues parece que las penas de 2 a 8 años de cárcel o las multas de hasta 5.000 salarios mínimos legales no asustan a ninguno de estos criminales que maltratan a los indefensos animales.

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