Las obras de ampliación de la avenida 34, en El Poblado, llegaron a un sitio polémico: la gruta de la Virgen de La Aguacatala, donde hay más de 3.000 placas instaladas por feligreses en agradecimiento por favores recibidos.
Tras el debate que hubo entre la comunidad, la alcaldía y el Fondo de Valorización de Medellín (Fonvalmed), se decidió que lazo vial que se construirá allí respetará el santuario, pues los potenciales vecinos que iban a recibir la imagen religiosa no estaban de acuerdo porque el lugar genera efectos de ruido, tráfico y llegada de extraños.
Aunque Fonvalmed le dijo a EL COLOMBIANO en julio del año pasado que las obras arrancaban hace seis meses, apenas hace dos semanas el contratista (Consorcio ET Av. 34) comenzó a desmontar cerca de 400 placas de la gruta y a talar algunos de los 36 árboles que serán intervenidos.
La reubicación de las láminas de los fieles y el aprovechamiento forestal, que también contempla 12 trasplantes, son necesarias para conectar la carrera 34 con la Avenida El Poblado, un proyecto que viene socializándose desde 2017 con la comunidad.
Guardarán las placas
Cada uno de los mensajes de agradecimiento que están siendo retirados del lugar es inventariado, indicando el propietario y el estado en el que se encuentra, y será almacenado por el contratista para ser adecuado en un muro que quedará ubicado a un costado de la nueva vía de conexión.
“Arrancó el desmonte de las placas, que quizás molesta un poco a los feligreses, pero que ni siquiera era una tarea que le correspondía al Municipio porque el terreno era privado, pero es algo que Fonvalmed socializó con nosotros en cada reunión”, contó Alfonso Vergara, líder comunitario de la zona.
Lo dispuesto por las autoridades es que los interesados en llevarse el mensaje de plástico, metal o mármol que les pertenece y no quieren esperar a que se reubique cuando concluyan los trabajos, pueden acercarse a la obra para reclamarla sin ningún problema.
Para tranquilidad de los devotos, la imagen de la Virgen no se moverá y las bancas de madera del proyecto serán cambiadas, a escasos metros, por graderías de cemento.
Lo estimado por Fonvalmed es que el lazo vial y el urbanismo del santuario quede listo antes de finalizar este año, una intervención que dejará a la carrera 34 como una doble calzada desde Los Balsos hasta La Aguacatala, y en la que se invierten $12.600 millones.
Aprovechamiento forestal
Para algunos ciudadanos ha causado sorpresa la tala que se lleva a cabo en el lote de la gruta, y así lo expresan en redes sociales; sin embargo, Claudia Ramírez, edil de la comuna 14, explicó que fue algo socializado y cuenta con licencia del Área Metropolitana, por lo cual se contempla un plan de reposición.
José Fernando Álvarez, integrante de la Mesa Ambiental de El Poblado, señaló que el compromiso es “sembrar 100 árboles de especies nativas en el área de influencia directa del proyecto y en los polígonos resultantes del estudio de conectividad ecológica”.
Agregó que muchos troncos, como el de un almendro, habían sufrido porque la gente les clavó placas o cables que terminaron secándolos, por lo cual el aprovechamiento forestal también es beneficioso por el riesgo que implicaba el mal estado que tenían algunos individuos.
“Ojalá que en lo que queda de árboles, o los que harán parte de la reposición, teniendo en cuenta que algunos quedarán cerca a la gruta con zonas verdes, las personas no vuelvan a clavar mensajes porque los dañan. No es el espacio para eso”, dijo Álvarez.
¿Mejorará el mal parqueo?
Una de las expectativas que hay para cuando finalicen los trabajos del lazo vial, es saber si esta intervención logrará acabar con el estacionamiento indebido de carros y motos que se formaba a un costado de la gruta, sobre la Avenida El Poblado.
Los martes, días en que se celebra misa en el santuario, la Secretaría de Movilidad de Medellín hace presencia para controlar la situación, y agentes de tránsito intervienen la zona constantemente, pero no pueden estar las 24 horas del día en el sitio.
La edil Ramírez observó que ni la cantidad de parqueaderos que hay en centros comerciales o edificios aledaños, ni las campañas de la alcaldía han podido solucionar el problema.
“El tema del mal estacionamiento es un asunto cultural de quienes asisten a la gruta, esperamos que el nuevo lazo vial ayude en parte, pero creo que se debe ser más persistente con las sanciones y la educación vial”, concluyó.