El polémico empresario antioqueño Alirio de Jesús Rendón Hurtado, alias “el Cebollero”, condenado por financiar bandas de crimen organizado en el Valle de Aburrá, salió de la cárcel.
Fuentes judiciales confirmaron que su boleta de excarcelación llegó al Inpec el pasado 26 de abril y que en la actualidad se encuentra bajo libertad condicional.
El caso de “el Cebollero” es uno de los más controvertidos en la última década, pues atizó esa relación oscura que ha existido entre algunos empresarios paisas y los grupos armados ilegales.
Rendón fue un destacado comerciante de la industria licorera y de verduras en la Central Mayorista de Antioquia, e incluso llegó a tener contratos con entidades oficiales.
Esa trayectoria comenzó a tambalear cuando a la Fiscalía llegaron denuncias de sus nexos con la organización mafiosa “la Oficina” y la “Odín la Unión” (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico), la confederación que agrupa a la mayoría de combos de Itagüí.
Los denunciantes señalaron que los miembros de esa estructura utilizaron locales de la Mayorista como cuevas de tortura, que extorsionaban a los negociantes de la plaza y que en las calles del municipio administraban la distribución de drogas.
El comerciante fue capturado el 21 de mayo de 2008 en un apartamento de El Poblado, cuando había una recompensa de 250 millones de pesos en su contra. En 2010 el Juez Segundo Penal Especializado de Medellín lo sentenció a cuatro años y dos meses de prisión por concierto para delinquir, en calidad de financista de “la Unión”.
En la misma providencia judicial fue condenado el jefe militar de esa banda, Mauricio Alberto González Sepúlveda (“el Ronco”).
En 2012, el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Medellín le dictó otra sentencia a Rendón: 32 años y siete meses por lavado de activos agravado, pero en segunda instancia el Tribunal Superior de la ciudad rebajó la pena a 13 años y tres meses.
En el transcurso de esos procesos hubo beneficios judiciales cuestionados, como detenciones hospitalarias y domiciliarias, que generaron protestas de alcaldes y ministros, y hasta la destitución de un juez.
Tras cumplir las tres cuartas partes (el 75%) de su última sentencia, “el Cebollero” volvió a la calle con libertad vigilada. También regresó “el Ronco”, quien estaba detenido por un expediente de secuestro extorsivo y el 14 de septiembre de 2017 quedó libre por un descuido de la Fiscalía, que provocó un vencimiento de términos.