Después del susto que vivieron el pasado 24 de junio cuatro personas en el teleférico de San Sebastián de Palmitas, luego de que una cabina quedó suspendida en el aire, la comunidad rural de este corregimiento de Medellín ahora sufre por no tener un sistema que desde hace siete años se convirtió en su principal medio de transporte.
Con el cierre, cerca de 1.000 pobladores de las veredas La Frisola y La Sucia ya no pueden sacar sus cosechas en el cable, de manera gratuita, hasta el segundo centro poblado de este territorio, La Aldea, para luego comercializarlas; los niños, que recorrían un trayecto de 15 minutos, ahora deben recorrer más de dos horas de camino para llegar a la escuela, por lo que deben salir de casa al amanecer y regresan al caer la noche.
Ahora tendrán que esperar, pues la Secretaría de Infraestructura de Medellín informó que durante esta semana analizarán entre una baraja de entidades y empresas para elegir la más idónea, que será la encargada de hacer el estudio que determine las causas de la falla del cableado y evaluar el estado del resto del sistema.
No hay fecha de reapertura, pero Orlando Franco, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de La Sucia, sospecha que la reparación puede tardar al menos seis meses.
“Mientras tanto la mitad de los 30 niños que estudian en la zona dejaron de ir a clase porque les queda muy difícil el transporte”, reveló.
Los productores agrícolas también presentan pérdidas luego de una semana y media del incidente. Las cargas de un producto como el mango que venden a $4.000, indicó Franco, ya no se sacan de las veredas porque un viaje en mula, alternativa del cable, cuesta $15.000.
Lucy Celis comentó que no se justifica sacar del campo un bulto de limones por el que solo obtiene $16.000 si el transporte sale tan costoso.
“Nosotros prácticamente nos acostumbraron a vivir con el cable. No solo era para sacar las cosechas, sino que por ahí se transportaba a enfermos o adultos mayores”, expresó Celis.