“La gente está acabando con la Navidad, parece que ya no les importa mucho, entonces yo estoy bregando a revivirla”, dice el taxista Diego León Velásquez Moreno, mientras conduce su pesebre móvil por la avenida Ochenta de Medellín.
Su taxi Hyundai i10 está decorado por fuera con guirnaldas, luces de colores y cuernos de reno; por dentro, sobre el tablero exhibe un pequeño pesebre con figuritas de plástico. Los vehículos que pasan al lado le pitan o lo saludan, y él responde agitando la mano o asomando la cabeza con su gorro de Papá Noel.
El conductor de 58 años, quien lleva 22 consagrado al volante amarillo, contagia con su espíritu dicharachero. Sin embargo, cuenta que detrás de esta idea hay un corazón partido por la fatalidad.
“Hace 10 años mataron a mi esposa, Adriana Céspedes, una persona a la que amé mucho. Eso me descuadró la vida social y emocionalmente”, dice Diego. De esa relación le quedaron dos hijas, hoy de 15 y 18 años, y un profundo vacío en el pecho.
Como terapia, comenzó decorando el carro con los emblemas del club deportivo Atlético Nacional. Incluso le pidió a un carpintero que le moldeara una réplica de la Copa Libertadores en madera, la cual muestra con orgullo en su vivienda del corregimiento Altavista. Los vecinos suelen ir a visitarlo para tomarse fotos con ella.
Luego le dio variedad a las decoraciones, llenando de telarañas el taxi en los días de Halloween. Hace cinco años decidió llevar su hobbie a otro nivel, con ayuda de un electricista, quien le conectó una instalación de bombillos a la batería para iluminar la carrocería en la temporada decembrina.
“A la gente le ha gustado mucho, hay buenos comentarios, aunque no falta por ahí el que me diga payaso”, acota.
Mantener la decoración no es sencillo, sobre todo en jornadas de lluvia o congestiones viales. “Hace unos días, un motociclista me chocó el bomper y tumbó los arreglos. Cuando eso pasa, me toca orillarme a pegar otra vez las cositas”, relata.
Esta época le trae recuerdos de su amada y el agobio de la soledad, pero le reconforta saber que su taxi navideño le saca sonrisas a la gente en las vías.