El inicio en las últimas semanas de la segunda temporada seca, que comenzó en junio pasado y se extenderá al menos hasta agosto, viene arrojando una suma de emergencias en varios rincones del departamento. Desde las lluvias y movimientos en masa que tienen afectados a los municipios de Briceño e Ituango, en la subregión del Norte de Antioquia, hasta la ocurrencia de al menos tres incendios de cobertura vegetal, el más grande ocurrido en el cerro Quitasol de Bello, hacen parte de los principales eventos que han atendido las autoridades.
Jaime Enrique Gómez Zapata, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran), explica que los esfuerzos se concentran en prevenir y atender de forma paralela las inundaciones y los incendios.
Aunque de acuerdo con las proyecciones climáticas la región atraviesa por una temporada seca, el funcionario advierte que la ocurrencia de inundaciones, movimientos en masa y otras emergencias se mantiene latente.
“A pesar de que estamos en una temporada de menos lluvias, esto no quiere decir que será una temporada totalmente seca. Vamos a continuar teniendo precipitaciones en nuestro territorio, por lo que no podemos bajar la guardia”, expresa Gómez Zapata.
El panorama climático
Aunque a primera vista la conjunción de los incendios y las inundaciones podría parecer contradictoria, Lina Isabel Ceballos, integrante del grupo de Meteorología del Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá (Siata), explica algunas claves para comprender la situación.
“Por nuestra ubicación, hay que recordar que en nuestro país no tenemos estaciones; es decir, en términos generales tenemos unas temporadas en las que llueve más que en otras. No es que deje de llover, sino que se observa una disminución en los acumulados de lluvia”, explica Ceballos, precisando que son dos los periodos con menos lluvias en el año: el más intenso, entre diciembre y febrero; y el segundo, entre junio y agosto.
En cuanto a la temporada seca por la que atraviesa el departamento, Ceballos explica que en lo corrido de junio y julio la red de monitoreo del Siata ha cuantificado niveles que se acercan al 100 % del acumulado esperado; es decir, que la cantidad de agua precipitada no ha estado por encima ni por debajo de lo esperado en el Valle de Aburrá.
No obstante, la experta añade que, aunque los niveles se mantienen estables, esto no quiere decir que no haya riesgo de calamidades asociadas a las lluvias.
“A pesar de la reducción de lluvias, durante estos periodos pueden presentarse emergencias,”, advierte la experta, precisando que, según los registros históricos, en el caso del Aburrá las lluvias durante la segunda temporada seca suelen presentarse en horas de la noche.
De acuerdo con el último boletín de alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), con corte al pasado 2 de agosto, a nivel departamental el único municipio en donde las precipitaciones habían superado los 30 milímetros durante las últimas 24 horas era Nechí, con un promedio entre los 34 mm y los 53 mm.
En materia de riesgos asociados a las lluvias Antioquia registraba un municipio con alerta roja de deslizamientos de tierra (Briceño) y 49 con alerta naranja, la mayoría ubicados en las subregiones de Urabá, Norte, Nordeste y Bajo Cauca (Ver informe).
En cuanto al riesgo de incendios, según ese boletín, tan solo el municipio de Fredonia aparecía con alerta amarilla o riesgo bajo.
Las recomendaciones
Según explica Ceballos, pese a las precipitaciones que se han presentado, el riesgo de la ocurrencia de incendios de cobertura vegetal podría incrementarse este mes.
“Agosto es un mes con pocas lluvias y se vuelve crítico porque los suelos y la vegetación vienen bastante secos, entonces la probabilidad de tener incendios podría ser mayor”, señala.
Bajo ese escenario, Maria Yaneth Rúa García, ingeniera ambiental de la unidad de gestión del riesgo del Área Metropolitana, señala que las principales medidas preventivas deberán enfocarse en evitar las quemas y extremar los cuidados cuando se visiten zonas boscosas.
Por su parte, Gómez Zapata hizo un llamado a los municipios para que se mantengan alertas tanto a las inundaciones como a los incendios.
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incendios de cobertura vegetal se han presentado en los últimos dos meses.