LOS FOTOGRAMAS HABLAN

A la boda de la pobre Patricia (Frédérique Feder) llegó un grupo terrorista y la secuestró. El grupo se hacía llamar “Acción Mutante”, una tracamanada de subnormales, feos y deformes que anarquizaron a una sociedad de ricos y bonitos. Patricia era la bella hija de un acaudalado comerciante, es decir, el perfecto objetivo militar para la banda.

Ella cometió el error de no parar de hablar y gritar ni por un instante durante su cautiverio. Pues entonces Ramón, el cerebro del encantador grupillo, ¡zas!, que le manda a coser la boca. Y es que aunque por feos y deformes lo han tenido que soportar todo en la vida, la incansable perorata femenina estaba más allá de sus límites.

Acción mutante (1993) es el debut cinematográfico del más genial y extravante director del cine español: Alex de la Iglesia. Aunque parece un inofensivo y guarro cine de excesos y entretenimiento, sus películas siempre aprisionan en su cerrado puño una verdad.
I.M.