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Mientras los diálogos con el ELN tambalean por cuenta de un ataque de esa guerrilla que dejó nueve militares muertos, el presidente Gustavo Petro aseguró que sus intenciones hacer la paz “no son porque tiene miedo”.
“Que no confundan. Si abrimos las puertas de la paz no es porque somos flojos, no es porque nos asustamos. Que no confundan. Queremos ahorrarle a la sociedad colombiana muertos: muertos de allá y muertos de acá. Queremos que ese camino se cierre, pero no por cobardía, sino porque queremos que este país tenga una segunda oportunidad”, señaló Petro en sus redes sociales.
Justo este jueves el gobierno organizó una cumbre de paz en la que Danilo Rueda, alto comisionado de Paz, escuchó los planteamientos de los artífices del acuerdo de paz con las Farc para, de ese modo, poner sobre la mesa sus experiencias recientes de diálogo para “enriquecer el planteamiento y los alcances de la actual política de Paz Total”.
En la reunión de escucha por la paz también participó el expresidente Juan Manuel Santos, el canciller Álvaro Leyva, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu y el líder del partido Comunes, Rodrigo Londoño.
Durante el evento, que organizó el gobierno en Cartagena, también se selló el compromiso de no aplazar la implementación de los acuerdos fimardos en 2016 entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc. Le pidieron a los grupos armados mostrar sus intenciones de paz.
“Hoy nos enfrentamos al enorme desafío de solucionar un conflicto que involucra a múltiples actores y grandes intereses. La particularidad de esta dinámica demanda soluciones innovadoras y persistir en la vía del diálogo con los grupos armados que han manifestado interés en pasar la página de la guerra”, señaló Danilo Rueda.
El presidente Petro no pudo asistir a la cumbre de paz porque cedió su avión presidencial a los viajeros que han resultado afectados por la crisis de las aerolíneas. Sin embargo, este viernes tiene una reunión de urgencia con su equipo negociador ante el ELN para definir el rumbo de los diálogos o el levantamiento definitivo de la mesa.