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El personal médico de los hospitales también padece las consecuencias del sistema de salud. Según la última encuesta de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (Achc) —aplicada a 630 trabajadores de la salud— el 98,7 por ciento de los funcionarios han sido víctimas de violencia verbal, 27 por ciento de violencia física y 1,6 por ciento de violencia sexual.
En el 8 por ciento de los casos se utilizó un arma u objeto contundente, señala la encuesta. En el 28,2 por ciento de los casos hubo daño a mobiliarios y en el 1,4 por ciento de los casos hubo incapacidades médicas por las agresiones.
En cuanto al personal que recibe más agresiones, la encuesta indica que los trabajadores asistenciales son los más afectados, pues representan el 77 por ciento de los casos, mientras que el 23 por ciento de las agresiones corresponde a violencia contra el personal administrativo. Dentro del grupo asistencial, las auxiliares de enfermería son las que más reciben ataques, con un 40,8 por ciento. Les siguen los médicos generales con un 25,6 por ciento y las enfermeras con el 16,2 por ciento.
El director general de la Asociación, Juan Carlos Giraldo, invitó a los actores del sector a tomar medidas e impulsar la comunicación fluida con los pacientes: “es necesario que tanto los actores del sector como las administradoras de riesgos laborales actúen al respecto. La utilidad de este estudio radica en hacer un diagnóstico, pues no podemos seguir pidiendo intervenciones basados en anécdotas y hoy entendemos que este problema de agresiones al personal sanitario es serio, por eso necesitamos acciones preventivas, de educación y de protección para todo el personal”.
La encuesta también da luces sobre los motivos de las agresiones que se presentan en clínicas y hospitales. Las principales causas son: “el tiempo que debe esperar el paciente para ser atendido (62,1 por ciento), el desacuerdo con la clasificación del Triage (34,3 por ciento); limitar el número de acompañantes del paciente (30,3 por ciento); solicitudes injustificadas de incapacidades, medicamentos o exámenes (15,7 por ciento) y problemas con información del estado de salud del paciente (15,1 por ciento).
Médicos, residentes y expertos en temas de salud coinciden en que las agresiones que se han presentado son producto del sistema de salud. La situación de los hospitales públicos no es la mejor. El año pasado, el Ministerio de Salud reportó 634 hospitales en riesgo financiero. Además, la deuda de las EPS con hospitales y clínicas asciende a 5,8 billones de pesos, según la Achc.
De acuerdo con Luis Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa), “las barreras de acceso se presentan por el mismo sistema de salud. La población colombiana termina en los servicios de urgencias porque no hay consultas con especialistas o no se despachan los medicamentos. Esto altera a las personas y se desahogan con el personal del sector, que tiene que darle la cara día a día a los pacientes. Mientras tanto, las EPS van recortando servicios e imponiendo trabas para recuperar recursos y mejorar sus indicadores financieros”.
Con su experiencia recorriendo los pasillos de los hospitales públicos, Olga Lucía Zuluaga (directora de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos) concluye que “las agresiones son frecuentes y son producto, en su mayoría, del colapso en los servicios de urgencia. Cuando no funciona la consulta externa, colapsa el servicio de urgencias. Hay otro problema que genera agresiones y es que en muchos hospitales no hay suficientes camas de mediana y alta complejidad. Complicaciones patológicas crónicas están terminando en servicios de urgencias”.
Otro tema crucial es el de las condiciones laborales del personal médico y administrativo de los hospitales: “En el sector salud, el 80 por ciento del personal trabaja a través de contratos de prestación de servicios. Además de tener ingresos básicos, los profesionales tienen que trabajar en niveles extenuantes de agotamiento, pues se enfrentan todos los días con un servicio de urgencias hacinado”, dice Carolina Corcho, una de las voceras de Mesa Nacional por el Derecho a la Salud.
Las condiciones en clínicas y hospitales, como demuestra la encuesta, no son las mejores. Sin embargo, con este estudio Colombia empieza a seguir la ruta que han comenzado países como Australia, Brasil, Bulgaria y Líbano, que adoptaron el “programa conjunto de violencia laboral en el sector salud”, creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio de la Achc señala que para reducir las agresiones lo primero que se debe hacer “es infundir el conocimiento de maltrato laboral dentro del personal de salud para que esté mejor preparado y reporte lo ocurrido”. Desde la década de los noventa se han recopilado agresiones contra el personal de los hospitales. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), entre 1995 y 1998 se presentaron 486 ataques. En ese entonces relataron desde violaciones al secreto profesional hasta asesinatos.
Reportero. Creo, como Rainer Werner Fassbinder , que “ lo que no podemos cambiar, debemos al menos describirlo”.