La Coalición Centro Esperanza no resistió una discusión más y se rompió. La decisión de Alejandro Gaviria de incluir a Rodrigo Lara en su campaña, atacar a Sergio Fajardo al decir que este no ha construído nada en política y el hecho de sentarse con César Gaviria desencadenaron en una división irreparable. La mayoría de sus compañeros lo acusan de incumplir acuerdos internos y es casi un hecho que, si gana la consulta del 13 de marzo, se quedará sin el apoyo de los demás, a excepción de Carlos Amaya.
Tras la seguidilla de disputas en las últimas cuatro semanas, que incluyó la dimisión de Íngrid Betancourt del equipo, la molestia en sus compañeros fue creciendo y tocó techo con el acercamiento a Gaviria –director del Partido Liberal–, a tal punto que Fajardo, Jorge Robledo y Juan Manuel Galán se sintieron traicionados y descartaron cualquier posibilidad de volver a hacer campaña juntos.
César Gaviria desató el caos
Tras el atisbo de reconciliación entre los Gaviria, que rompieron relaciones a finales de noviembre de 2021, los también aspirantes presidenciales Robledo, Galán y Fajardo decidieron arrinconar a el exrector de Los Andes y pusieron sobre la mesa la posibilidad de dejarlo solo si este llega a pasar a la primera vuelta.
El primero en hacerlo fue Robledo, quien le recriminó a Gaviria –el precandidato– que rompió los acuerdos de la Centro Esperanza y planteó que si este ganara “no lo respaldaré, no quiero estar en su campaña, no quiero hacer parte de nada que tenga que ver con él porque en la política hay que ser serios y coherentes”.
En esa misma línea se pronunció Galán, quien aseguró que si el exministro u otro integrante de la convergencia gana con el apoyo de los clanes políticos o de los expresidentes (como César Gaviria) “ningún miembro podría respaldar ese triunfo, porque estaríamos traicionándonos a nosotros mismos y traicionando la manera de hacer política que proponemos”.
Este arrinconamiento en bloque se dio después de que Gaviria, el exministro, reconoció que haría un acuerdo con el expresidente Gaviria antes de que Gustavo Petro lo haga. “Aceptaría su apoyo (del expresidente Gaviria) bajo los términos de un acuerdo programático (...) Me preocuparían las críticas, pero si yo no lo acepto, otros candidatos lo harían”, le dijo recientemente el candidato a El Espectador.
A esta decidida intención de reconciliarse con César Gaviria, se le suma la estrategia que ha utilizado en los últimos días el exrector de Los Andes para figurar en los medios de comunicación lanzando ataques a Fajardo, quien es su rival directo en la coalición.
En el último pulso entre ambos, en un debate en el Canal Caracol, el exministro le recriminó al exgobernador de Antioquia que tiene varias investigaciones vigentes, después de que este último cuestionó que varios políticos tradicionales han aterrizado en la campaña de Gaviria.
“Sergio, yo no tengo ninguna investigación, usted sí tiene muchas. Usted no puede cuestionar mi posición ética simplemente porque personas que confían en mí han hecho un apoyo. Eso parece más bien el miedo a perder disfrazado de una preocupación ética”, planteó Alejandro Gaviria.
Previo a este cara a cara en televisión nacional, el exministro había señalado a Fajardo de ser un político “tibio” y “fundamentalista moral”. A estos ataques se le suma que César Gaviria es un acérrimo opositor al exgobernador antioqueño. En el último round entre ambos, exmandatario liberal aseguró que “él (Fajardo) también ha hecho política, también ha dado puestos y tiene líos con la justicia”.
En medio de estos señalamientos, Fajardo le dijo a EL COLOMBIANO que si Gaviria, el candidato, no respeta los acuerdos pactados –como lo dijo Robledo–, tampoco lo apoyará si gana la consulta. “En la Coalición Centro Esperanza hay acuerdos escritos que son públicos, si se respetan por supuesto nos apoyamos, pero si no se respetan no puede haber ningún apoyo”, aseguró el exgobernador.
Alianzas que incomodan
Antes del nuevo aire de reconciliación entre los Gaviria y la pelea que esto desencadenó, la Centro Esperanza había enfrentado una crisis interna porque el exrector de Los Andes aceptó el apoyo electoral de políticos tradicionales.
A finales de enero en la campaña de Gaviria aterrizaron los senadores Germán Varón Cotrino, de Cambio Radical y cercano a Germán Vargas Lleras, y Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal. Estas dos alianzas fueron cuestionadas por Íngrid Betancourt, quien el 29 de enero abandonó la Centro Esperanza porque ninguno de sus compañeros respaldó su propuesta de rechazar esos acercamientos.
A diferencia del Pacto Histórico y el Equipo por Colombia –las otras dos coaliciones presidenciales–, la convergencia del denominado centro solo ha protagonizado disputas y rivalidad internas en el último mes (ver Para Saber Más), esta situación ha dado tanto espacio a las divisiones que ya es un hecho que si Gaviria gana la consulta, Robledo, Galán y Fajardo no irían con él a primera vuelta