El juicio contra el barranquillero Álex Saab, señalado testaferro de Nicolás Maduro, entró en una especie de limbo por cuenta de una serie de pruebas documentales que varias agencias de Estados Unidos no han reportado a la corte federal de Florida que lo proceso por lavado de activos.
Así quedó en evidencia este viernes durante una audiencia que debió ser aplazada hasta el 26 de agosto, por cuenta de la falta de documentación de los departamentos de Estado, Justicia, Seguridad Nacional, y oficinas como la del FBI y de la CIA.
De hecho, según reportó la agencia EFE, durante la aplazada cita judicial también se ventiló que hacen falta pruebas documentales que se les solicitaron vía diplomática a Colombia, Venezuela y Cabo Verde.
Tanto la Fiscalía como la defensa del barranquillero aceptaron el aplazamiento de la audiencia hasta que lleguen las pruebas solicitadas, pero el juez que lidera el proceso, Robert N. Scola, le pidió el ente acusador “mayor esfuerzo” para que la parte acusada tenga acceso a ese tipo de documentación.
Durante la diligencia de este viernes, en la que Saab apareció con uniforme beige, esposado y con su cabello largo recogido, Scola reveló cuál será el nuevo cronograma de audiencias: 26 de agosto; 16 de septiembre; 7, 17 y 31 de octubre; y 14 de noviembre.
Álex Saab llegó extraditado a Estados Unidos en octubre pasado para responder por el supuesto blanqueo de al menos 350 millones de dólares que el régimen venezolano escondió, supuestamente, a través del barranquillero.
Incluso, a sus 50 años de edad, se enfrenta a una condena que podría ser superior a los 20 años tras las rejas. Y es precisamente por eso que se declaró “no culpable” de los cargos y, además, alegó tener inmunidad diplomática al ser reconocido por Caracas como un funcionario suyo de asuntos exteriores.