El expresidente Álvaro Uribe Vélez completa este martes su segundo día de intervención en la etapa final del juicio que enfrenta por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal. En una extensa exposición, el exmandatario reiteró su inocencia, desestimó las acusaciones en su contra y solicitó a la jueza del caso que emita un fallo absolutorio.
“Nunca tuve la iniciativa de buscar testigos, y menos aún de sobornarlos. Jamás engañé a la Corte Suprema. Lo único que hice fue tratar de verificar informaciones que me llegaban sobre supuestas manipulaciones y sobornos promovidos por el senador Iván Cepeda”, afirmó Uribe con vehemencia.
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La defensa de su honra como eje de su discurso
Durante su intervención, el exmandatario insistió en que su actuar estuvo motivado por la necesidad de defender su honra y la de su familia frente a lo que considera una campaña de desprestigio liderada por su contradictor político. “Fui objeto de acusaciones infundadas, y cualquier actuación que emprendí fue para esclarecer la verdad”, señaló.
La audiencia, que se desarrolla en el Complejo Judicial de Paloquemao en Bogotá, avanza hacia su recta final. Se espera que en los próximos días la defensa culmine su intervención y que posteriormente la jueza 44 penales del circuito con funciones de conocimiento tome una decisión sobre uno de los casos más emblemáticos en la historia judicial del país.
Uribe acusa trampa en la cárcel La Picota- Juan Guillermo
El expresidente aseguró que Juan Guillermo Monsalve le tendió una trampa a su entonces abogado, Diego Cadena. Su versión sobre ese episodio se basa en que Monsalve habría intentado, por todos los medios, hacerle llegar su intención de retractarse de haberlo vinculado con grupos paramilitares. Para ello, recurrió a su compañero de patio, Enrique Pardo Hasche, quien, a través de terceros, hizo llegar el mensaje.
El papel de Monsalve y Cepeda
En consecuencia, el expresidente le pidió a Cadena que fuera a verificar de qué se trataba. Según Uribe, la trampa comenzó ahí. Monsalve llegó a la reunión, llevada a cabo en la cárcel La Picota, donde cumple una condena de 40 años por homicidio, con un reloj espía y grabó todo el encuentro. El expresidente sostiene que Monsalve actuó motivado por los beneficios que, a cambio de enlodarlo, le habría ofrecido el senador Iván Cepeda, su principal adversario político.
“¿Cómo van a negar que Monsalve y el senador Cepeda son amigos? Hablaban tanto, ¿cómo van a negar que son amigos? Yo, por ejemplo, todavía quisiera pensar que se conocieron, pero que no alcanzaron a desarrollar una amistad. Pero hay tantas cosas probadas en la relación de Monsalve con el senador Cepeda que todo indica que pasaron de conocidos a amigos. Monsalve, el testigo estrella y amigo del senador Cepeda, promovió la reunión con esa maliciosa intención”, relató Uribe.
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