Tres de los cargos más importantes del país están en manos de personas cercanas al presidente Iván Duque. Se trata del fiscal Francisco Barbosa, la procuradora electa Margarita Cabello y el contralor Carlos Felipe Córdoba. Sin embargo, rodearse de sus cercanos no es nuevo para un Jefe de Estado. Lo hizo también el expresidente Juan Manuel Santos quien contó con procurador y fiscal aliados (Fernando Carrillo y Néstor Humberto Martínez) y con contralor afín (Edgardo Maya).
En el círculo cercano de Duque también vale mencionar al defensor del Pueblo electo, Carlos Camargo Assis, quien por el diseño institucional fue ternado por el presidente, ya que es el Jefe de Estado quien entrega la terna completa para Defensor, así que siempre quedará elegido uno designado por él
“Aquí vale el dicho: ‘uno gana las elecciones para gobernar con los amigos’, pero esto deja muchos riesgos para el sistema democrático del Gobierno”, señaló Juan Upegui, director de Transparencia de Dejusticia.
Según su análisis, “estamos en una situación preocupante, o al menos inusual, porque el propósito del diseño constitucional de esas entidades es que sean autónomas e independientes de la Rama Ejecutiva, y tienen la idea bien concebida de garantizar que haya una efectiva división de poderes y que exista posibilidad real de que haya control”.
En ello estuvo de acuerdo Andrés Hernández, director de Transparencia por Colombia, quien advirtió que es muy difícil creer que un exsubalterno del presidente pueda ser independiente para evaluar sus acciones.
En los otros gobiernos
En el caso de la presidencia de Álvaro Uribe el único que fue funcionario suyo fue el fiscal Mario Iguarán, quien venía del viceministerio de Justicia y era muy cercano a Sabas Pretelt. Los contralores Antonio Hernández Gamarra y Julio César Turbay Quintero, y los procuradores Edgardo Maya y Alejandro Ordóñez fueron ternados por la Corte o el Consejo de Estado y no fueron funcionarios del gobierno antes de su elección.
El expresidente Juan Manuel Santos sí estuvo muy bien rodeado: tuvo fiscal y procurador. Entre los tres fiscales que le correspondieron uno había sido su asesor en el tema de la reforma al fuero penal militar (Eduardo Montealegre) y Néstor Humberto Martínez había sido su súper ministro. Viviane Morales es de la entraña del liberalismo y fue la fiscal encargada de acusar a Andrés Felipe Arias.
Ahora, aunque la contralora Sandra Morelli no fue de su entraña, Edgardo Maya Villazón sí era bastante afín al gobierno santista.
Por el lado de la Procuraduría: no ternó a Ordóñez para la reelección, aunque este se lo pidió, y terminó haciéndolo la Corte Suprema. Fernando Carrillo, el segundo procurador de su periodo, sí fue su subalterno como ministro del Interior, pero su nominación estuvo a cargo del Consejo de Estado.
De acuerdo con Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, “todos los presidentes han intentado que personas cercanas a ellos queden en esas entidades de control”, y mencionó por ejemplo que Santos ternó para la Fiscalía a dos exministros suyos: Yesid Reyes y Néstor Humberto Martínez, y a Mónica Cifuentes, quien era su asesora en justicia.
Herrera aseveró que en esta oportunidad conjuraron muchas cosas, como la capacidad de la ministra, el apoyo de su bancada regional y la debilidad política de los otros candidatos, para que por primera vez en 30 años quien ganó la elección de procurador sea el ternado por el presidente.