Tras siete sesiones conjuntas, la reforma electoral fue aprobada en primer debate. Sin embargo, no fue una discusión fácil. Tanto, que en la noche del jueves, estuvo a punto de hundirse.
Armando Benedetti, coordinador ponente de la reforma al Código Electoral, resaltó que se conciliaron 1.100 proposiciones que se hicieron a los 252 artículos que componen la reforma. No obstante, por lo ocurrido en las últimas sesiones, a este trámite aún le queda tela por cortar.
Lo que se aprobó
Uno de los puntos que recibió mayor respaldo fue el de las listas paritarias, es decir, que sean conformadas por la misma cantidad de hombres que de mujeres. En lo relacionado con la inclusión, también se aprobó cuota de la población LGBTI en las listas.
Otro de los puntos aprobados es la orden a las encuestadoras para que realicen sus mediciones no solo en ciudades capitales, sino en otras partes del país para ampliar la muestra. Además, no podrán realizarlas cuando falten ocho días para las elecciones.
Sobre los votos, la ponencia proponía crear tres nuevas modalidades: voto electrónico, voto electrónico anticipado y voto mixto –en los puestos de votación se votaría de manera electrónica y manual–. Los dos primeros se cayeron por la oposición de senadores como Roy Barreras y Rodrigo Lara, que aseguraron que esto podría incentivar el fraude electoral.
También se extendió el horario de votación una hora, quedando hasta las 5:00 p.m. y se ordenó que haya nuevos puestos de votación en las zonas rurales del país. También, declarar como un asunto de seguridad nacional las actividades electorales. Varios congresistas, como Angélica Lozano, Ángela María Robledo y Goebertus lo rechazaron. Esta última, aseguró que dificultaría el acceso a la información pública.
¿Qué sigue?
Por lo general, cuando un propuesta es aprobada en comisión, esta pasa a plenaria en los siguientes ocho días. Sin embargo, en el caso de la reforma electoral esto podría tomarse más tiempo, porque en la tarde de ayer se acordó construir la ponencia en consenso con todos los partidos.
“Mi compromiso como coordinador ponente es no permitir que no se le den las garantías a la posición. Un Código Electoral sin el apoyo de la oposición es la negación de la dignidad y de la igualdad entre gobernantes y gobernados”, dijo Benedetti.
“Hay avances importantes que a mi me parecen significativos, pero falta mucho por corregir en el debate de plenarias”, dijo la representante Juanita Goebertus, de la Alianza Verde. Entre los temas que para ella son de especial preocupación está el de las facultades del presidente para nombrar funcionarios en la Registraduría y la eliminación del registro de aportantes y proveedores de campañas.
La Misión de Observación Electoral (MOE) criticó que la reforma contemple sanciones a los observadores en las elecciones. Pero resaltó puntos como la elección de los jurados de votación a partir del censo electoral y la regulación de procedimientos como la revocatoria de inscripción de candidatos. “Al menos seis iniciativas se han presentado para reformar el Código Electoral, ninguna ha prosperado. Debido al respaldo institucional, puede que esta sí pase”, señaló la organización.
Los cambios no son definitivos. Las plenarias bien podrían cambiar o, incluso, hundir la reforma que, además, cuenta con el tiempo en contra pues debe aprobarse antes de que acabe el año. La discusión sigue..