Un joven de 20 años fue capturado por la Sijín, señalado de haber asesinado de 20 puñaladas a su propio padre, a quien intentó descuartizar y después incineró, el pasado 27 de marzo en el municipio de Girón.
El hecho, según las autoridades, ocurrió el pasado 27 de marzo dentro de una vivienda del conjunto residencial Alicante donde, por causas que son materia de investigación, Luis Fernando Pinto García habría asesinado a su papá, un comerciante de piña identificado como Jesús María Pinto Anaya.
Según el relato que hizo la Fiscalía durante la audiencia el joven tomó un cuchillo y le propinó 20 puñaladas a su padre. Luego envolvió el cadáver en dos sábanas y lo subió en la carrocería de la camioneta que era de la víctima.
Antes de salir del conjunto residencial con el cadáver, el joven limpió la escena del crimen con agua y jabón. Posteriormente se desplazó hasta la vereda San Felipe, en zona rural del municipio de Lebrija.
Allí quemó la ropa de la víctima, la ropa que tenía puesta cuando cometió el crimen, los trapos que usó para limpiar la sangre en la casa y el celular y los documentos del occiso.
Luego, según la Fiscalía, el joven se dirigió a la vereda La Calera, a unos 40 minutos del casco urbano del municipio de Rionegro y arrojó el cuerpo en un pastizal. Allí le roció gasolina al cadáver, le prendió fuego y se fue.
El recorrido del presunto homicida terminó en el sector de Ruitoque bajo, donde arrojó las canastas manchadas de sangre que cubrieron el cuerpo durante todo el recorrido.
El hallazgo
El 28 marzo de marzo, es decir al día siguiente del crimen, varios campesinos que caminaban por la vereda La Calera, hallaron un cuerpo, el cual estaba completamente calcinado.
La Sijín de la Policía se trasladó al sitio, realizó la diligencia de levantamiento y llevó el cuerpo a la morgue del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, seccional Bucaramanga, para que iniciara el proceso de identificación.
Mientras todo esto ocurría, los familiares del comerciante de piña se alarmaron ante su repentina desaparición.
Ante el acoso de los hermanos y otros hijos de la víctima el pasado 1 de abril, el mismo Luis Fernando Pinto García fue a la Sijín para colocar el denuncio por la desaparición de su padre.
Una semana después, afirma la Fiscalía el joven regresó a la Sijín y a través de una declaración juramentada confesó que había sido el autor del atroz asesinato.
Sin embargo, no fue capturado por cuanto aún no existía una orden de arresto emanada por un juez. En consecuencia y dada la gravedad del delito, el joven fue citado en repetidas oportunidades para que se presentara a audiencia de imputación, pero nunca lo hizo.
Trágico accidente
Mientras el proceso seguía en curso y los investigadores recopilaban el material probatorio para solicitar la orden de captura, Luis Fernando Pinto García se vio involucrado en un fatal accidente de tránsito, ocurrido el pasado 17 de julio en la entrada al barrio María Paz, en el municipio de Lebrija.
Allí, en circunstancias que siguen siendo materia de investigación arrolló a dos motociclistas, quienes perdieron la vida.
Ese día Pinto García, quien conducía la camioneta de matrícula BUP-184, emprendió la huida del lugar de los hechos, siendo aprehendido a tres kilómetros del lugar, en la vía a Barrancabermeja.
En ese trágico accidente perdieron la vida Willinthon Capacho Ramírez y Jorge Enrique Suárez Becerra.
La captura
Finalmente Luis Fernando Pinto García fue capturado por funcionarios de la Sijín de la Policía de Santander el pasado viernes a las 6:30 de la tarde en el sector de Ruitoque bajo, en momentos en que salía de una audiencia por el caso del accidente de tránsito antes mencionado.
El presunto homicida fue trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía, donde quedó a disposición por el delito de homicidio agravado.
El pasado sábado a las 3:30 de la tarde, fue presentado en audiencia pública ante un juez de control de garantías, en el Centro de Servicios Judiciales de Bucaramanga, donde no aceptó los cargos que le imputaron.