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En un mundo donde el comercio de especies es la segunda causa de pérdida de biodiversidad; en el que caimanes, serpientes y otros animales silvestres y en peligro de extinción son sacrificados para usar sus pieles en artículos de lujo; la protección de estas vidas se ha convertido en una prioridad para las autoridades locales e internacionales.
Así fue que comenzó “Yacaré”, una operación que, según las autoridades, terminó en el primer procedimiento contra el comercio ilegal de productos de fauna silvestre que se realiza en Latinoamérica y en la que cayó una prestigiosa diseñadora colombiana, que estaría siendo partícipe de un mercado ilegal relacionado con esta práctica.
Se trata de la caleña Nancy Teresa González de Barberi, propietaria de la empresa CI Diseño y Moda International S.A.S, quien fue capturada este viernes con fines de extradición a Estados Unidos por supuesto contrabando de artículos de marroquinería elaborados con pieles de animales exóticos y en peligro de extinción.
La solicitud fue hecha por una Corte del estado de Florida (EE. UU.) por concierto para importar y llevar vida silvestre a Estados Unidos en contra de la ley, contrabando de mercancía al país norteamericano y por defraudar a ese país “impidiendo, perjudicando, obstruyendo y anulando las funciones gubernamentales legítimas”.
En el procedimiento de captura, realizado en Cali, también retuvieron a dos hombres de confianza de González: Diego Mauricio Rodríguez Giraldo, trabajador de su compañía, y Jhon Camilo Aguilar, quien se dedicaba, supuestamente, a las maniobras para sacar los productos de Colombia.
Según el relato de la Fiscalía, los detenidos se dedicaban a elaborar carteras, bolsos y diversos productos con pieles de babillas, caimanes, serpientes y otras especies silvestres sin permiso de las autoridades ambientales y en contra de la reglamentación dispuesta por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Luego se contactaban con ciudadanos de Valle del Cauca, a quienes pagaban el tiquete y una manutención de 600 dólares en EE. UU. para que llevaran los artículos a este país. “Ante cualquier pregunta de las autoridades nacionales o internacionales debían señalar que se trataban de obsequios para familiares o amigos”, relató el ente investigador.
Sin embargo, el destino final de los artículos, según la Fiscalía, “eran tiendas lujosas y exposiciones reconocidas internacionalmente como la Semana de la Moda de Nueva York”.
El procedimiento estuvo a cargo de la Fiscalía y la Dirección Nacional de Carabineros de la Policía, cuyo director, el mayor general Alejandro Barreras, le dijo a El Tiempo que lograron comprobar que se utilizaban entre dos y cinco especies animales para la confección y fabricación de prendas de vestir y bolsos” comercializados “ en tiendas exclusivas de Estados Unidos y Europa”.
“Una piel de estos animales es vendida en el mercado negro por entre 100 y 500 dólares y un bolso confeccionado se vende en una tienda entre 5.000 a 10.000 dólares”, destacó el mayor general.