El discurso que hace seis años ha utilizado Venezuela contra Colombia, señalándolo de ser una amenaza para la seguridad del continente por la confrontación interna que vive, se lo devolvió ayer el presidente colombiano Iván Duque, al gobierno del hermano país en su intervención en la Asamblea 74 de las Naciones Unidas.
El señalamiento del mandatario de Colombia hizo énfasis en que la participación de entidades y autoridades cercanas a Nicolás Maduro, en temas relacionados con el narcotráfico, la protección y financiación del terrorismo, la corrupción y la violación de derechos humanos, lo hacen una amenaza regional.
“De manera contundente, reafirmamos que el conjunto de esas actividades criminales, asociado a la crisis humanitaria generada por el deterioro de la situación política, económica y social en la República Bolivariana de Venezuela, representa una amenaza para el mantenimiento de la paz y la seguridad del continente”, expresó Iván Duque Márquez.
Con el panorama venezolano expuesto ante los 193 países asistentes a la Asamblea de la ONU, Duque insistió en la ayuda de las otras naciones, y le solicitó a la comunidad internacional “que se adopten las sanciones que correspondan para salvaguardar los derechos y libertades de las presentes y futuras generaciones de colombianos y de nuestros hermanos venezolanos”.
Como lo hicieron gobiernos anteriores, Duque denunció que el territorio venezolano se ha convertido en refugio de grupos armados ilegales con presencia en zona fronteriza del Eln y las disidencias de las Farc, y se lucran del narcotráfico, extorsiones y la minería ilegal (ver Para Saber Más).
“La dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional. Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga, sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia, refugian asesinos y violadores de niños y quieren ignorar por completo cualquier norma”, enfatizó Duque.