Cinco mil personas desplazadas y 30 mil personas víctimas de confinamiento deja hasta ahora el agudizamiento de la violencia en el departamento del Chocó, donde según la Iglesia católica, la crisis humanitaria ha desbordado la labor de los organismos nacionales e internacionales.
La cifra de desplazamiento y confinamiento fue entregada por Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, que acompañó a la Conferencia Episcopal Colombiana y al Foro Interétnico del Chocó, en la revelación del informe sobre el difícil panorama.
La Conferencia realizó seis misiones humanitarias en siete municipios del Chocó y cuatro de Antioquia, para atender la crisis derivada de la violencia entre grupos armados ilegales que se disputan el control del narcotráfico, rentas de minería ilegal y tráfico de armas.
Aunque en la mayoría de los municipios de la región hay presencia del Eln y el Clan del Golfo, la Iglesia alertó de la presencia, aún incipiente, de disidencias de las Farc.
“La situación es tan grave que ha desbordado nuestra labor y de organizaciones nacionales e internacionales”, dijo monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó.
Monseñor Atahualpa Hernández, líder religioso de la iglesia Luterana en Colombia, hizo la exigencia al Gobierno de reactivar la mesa de diálogos con el Eln para bajar las acciones violentas en el departamento y pidió un cese bilateral al fuego, “no ha sido suficiente el desarme”, dijo.
La denuncia fue sustentada tras seis misiones humanitarias a lo largo de 2021 en seis municipios del departamento del Chocó (Alto Baudó, Murindó, Riosucio, Carmen del Darién, Bojayá y Medio San Juan), y en tres municipios del Occidente de Antioquia (Frontino, Dabeiba y Vigía del Fuerte).
La Iglesia y las organizaciones interétnicas dicen que este panorama se incrementa desde el 2016, tras la firma del acuerdo de paz, donde, los territorios y las comunidades campesinas, negras e indígenas del Chocó y del Occidente de Antioquia han continuado en la dinámica del conflicto armado, el cual, después de la dejación de armas de las Farc, se ha reconfigurado.