En medio de los avances de la revolución 4.0, otro sector que ha sido llamado a la transformación es el de la educación. Eso explica el empeño de las universidades en adaptar sus programas a un mercado que exige profesionales cada vez más especializados en temas tecnológicos y ambientales.
Según Carlos Mario Estrada, director general del Sena, el país se prepara para lo que él califica como “reacomodo de la oferta laboral”. Por eso, empezaron a crear programas orientados a esa nuevas demandas, lo que, a su vez, sucede con los pregrados y posgrados de las instituciones de educación superior.
Fabio Castrillón Hernández, director de Formación Avanzada de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) también cree en el “reacomodo”. Explica que adaptarse no necesariamente es crear planes de estudio o programas diferentes, sino, ajustar los existentes a las demandas del mercado laboral e investigativo.
Implica, también, nuevas líneas de estudios enfocadas en la cuarta revolución, que promete generar la unión entre el mundo virtual y real por medio de la automatización de la industria y servicios. En el caso de la UPB, este trabajo se resume en una nueva línea con especializaciones de inteligencia de negocios, maestría en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), y hasta un programa de Seguridad Informática.
Aunque suene lejano, la transformación de las universidades apunta hacia una renovación curricular. Por ejemplo, la Universidad de Medellín ya dejó por escrito que en su Plan de Desarrollo 2021 -2025 incluirá proyectos en las líneas de inteligencia artificial, realidad aumentada, cloud computing, ciberseguridad y big data.