Es un hecho que el coronavirus y el aislamiento han afectado directamente la implementación del Acuerdo de Paz. Así lo hizo saber el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en su informe trimestral sobre la Misión de Verificación de la ONU en Colombia ante el Consejo de Seguridad de ese organismo.
En las 19 páginas de este reporte que la ONU entregó ayer a la prensa se encuentra la palabra pandemia 54 veces; y aunque el organismo reconoce que el Gobierno tuvo esfuerzos para no frenar la implementación del Acuerdo Final, advierte que la covid-19 “y las medidas de distanciamiento social y aislamiento han afectado los programas relacionados con la paz y han tenido repercusiones negativas considerables en las comunidades vulnerables afectadas por el conflicto armado”.
Una de las principales conclusiones, dice Naciones Unidas, tiene que ver con la sostenibilidad del proceso de reincorporación. Esta afirmación se soporta en una reciente encuesta del Consejo Nacional de Reincorporación que revela que el 50% de las iniciativas productivas, que benefician a 4.247 excombatientes de las Farc, se han visto afectadas por el coronavirus.
“Los desafíos están relacionados con la comercialización, debido a las restricciones de movilidad, y la asistencia técnica, que ha sido limitada debido a la brecha digital en las zonas rurales. Los proyectos más afectados son los que se centran en los servicios, y especialmente las pequeñas iniciativas dirigidas por mujeres en entornos urbanos”, dice el informe de ONU.
Una de las respuestas del Gobierno para alivianar el impacto de la crisis sanitaria generada por la covid-19 tuvo que ver con una resolución, publicada el pasado 30 de marzo, en la que se estableció condiciones flexibles, que se aplicarán hasta el 31 de agosto de 2020, para asegurar la continuidad de la asignación mensual a excombatientes.
Cuatro días después, el Consejo Nacional de Reincorporación creó una mesa técnica para hacer un seguimiento de la respuesta a la pandemia en cuestiones relacionadas con la salud, los proyectos productivos y el acceso a servicios básicos y alimentos.
Guterres también recalcó que la pandemia “ha puesto de relieve la difícil situación de más de 9.000 excombatientes que viven fuera de los antiguos espacios territoriales de capacitación y reincorporación. La falta de servicios básicos en esos lugares los hace más vulnerables al contagio”.
La ONU mostró su preocupación por el “aprovechamiento de la pandemia” por parte de los grupos ilegales “para expandir su control territorial, aumentando así el sufrimiento de comunidades”, y denunció que estas estructuras continuaron con el reclutamiento de menores de edad.