Aunque la llegada del sarampión a Colombia, luego de cuatro años de haberse considerado erradicado del país, volvió a encender las alarmas de las autoridades de salud, el mensaje siempre ha sido el mismo: Colombia y su sistema de vacunación están preparados para encararlo.
Por ello cayeron mal las palabras del senador Gustavo Petro Urrego, quien señaló que los casos de esta enfermedad “en nuestro país son la demostración del fracaso del sistema de salud. Volvemos al pasado cuando era una enfermedad ya erradicada. La salud es un derecho, no un negocio”.
¿En qué estamos?
Pese a que se registran 132 casos, según el Instituto Nacional de Salud (INS), lo claro es que todos llegaron al país y, por ahora, ninguno de estos es considerado autóctono; es decir, no hay un solo caso que se haya registrado por sí solo.
Ahora, ¿por qué tantos casos, sabiendo que se tenía erradicado? La explicación es una sola: los casos son de migrantes venezolanos que han llegado a Colombia por cuenta de la crisis social, económica y política que se vive allí.
Por esta razón, Felipe Muñoz, gerente de Frontera, llama la atención de los colombianos para que no se hagan comentarios xenófobos, en relación con el registro de este tipo de casos o, por ejemplo, de difteria y malaria, que también se han registrado en el país. “Lo único que les puedo decir es que ellos no vienen aquí de vacaciones ni porque quieran, sino que les tocó tomar una decisión de salir de su país por la realidad calamitosa que enfrentan a diario”.
¿Estamos preparados?
El director del Centro de Derecho Médico, José Norman Salazar, no duda en asegurar que el país está preparado para encarar estos casos y da un parte de tranquilidad en cuanto a que los esquemas de vacunación son confiables y seguros.
“Digo esto porque los casos están llegando de Venezuela, donde no hay sistemas de vacunación efectivos”, dijo.
Además, Diego Alejandro García, coordinador nacional del programa ampliado de vacunación, ha sido claro en que el riesgo de importación de enfermedades que han estado controladas; sin embargo, el mensaje que envía a la ciudadanía “es que todos debemos preocuparnos por garantizar y completar los esquemas de vacunación de nuestros hijos” y para ello se deben acercar a los centros de atención más cercanos.
En cuanto a lo que ha pasado en el continente con esta enfermedad, cabe destacar que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reporta que se notificaron 895 casos el año pasado, siendo Venezuela el de más reportes, con 727, seguido de Estados Unidos, con 120; Canadá, con 45; y Argentina, con 3.
¿Dónde hay más casos?
De acuerdo con el reporte del INS, Cartagena (54) y Cúcuta (25) son las ciudades con más casos reportados. Por esto, los esfuerzos, además de la vacunación en los puntos fronterizos, se han concentrado en estas capitales, para contrarrestar y encarar el fenómeno.
Por ejemplo, el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, a finales de septiembre pasado dispuso de 13 mil vacunas en Cartagena “con el objetivo de promover la cultura de la prevención de enfermedades, mejorar el bienestar y las condiciones de salud de la población, y dada la presencia casos de sarampión en Cartagena, se aplicará la vacuna de manera gratuita a 13 mil menores de entre seis y once meses de edad”.
Lo mismo sucede en la capital de Norte de Santander, donde según el director departamental de Salud, Juan Bitar, recordó que allí se registraron 25 casos, todos atribuibles al fenómeno migratorio, aunque aclaró que de estos casos, dos de esos fueron niños: uno de 6 meses de edad sin vacunación, “colombiano que convivía con niños venezolanos”.
“Lo que podemos decir es que el INS y el Ministerio están en toda la capacidad de enfrentar estos casos, gracias al cerco epidemiológico que se le aplica a cada uno de los casos, para saber dónde están y quiénes pueden estar en riesgo”, concluye el gerente de Frontera.