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Dos meses después de que el ministro de Transporte, Germán Cardona, le dijera a EL COLOMBIANO (ver facsímil) que ya tenía lista las invitaciones para la inauguración del túnel de la Línea el 31 de julio de 2018; bajó las expectativas y dijo que el Gobierno no alcanzará.
Pues bien, la semana pasada, en el Congreso de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, Cardona señaló que aunque el próximo año “se verá la luz al final del túnel”, efectivamente quedan faltando los equipos electromecánicos lo que significa que el túnel no podrá entrar en funcionamiento.
Estos equipos consisten en la iluminación, la ventilación, el sistema de control de tránsito, el monitoreo ambiental, entre otros, y el contrato va hasta diciembre de 2018.
Con esto, Cardona no solo le da la razón a la Veeduría sino también a la Contraloría y a la misma CCI que han insistido en que no serán suficientes 12 meses para terminar la obra.
“Confío en los contratistas, por eso puedo garantizar que el próximo año vamos a tener luz al final del túnel y solo nos faltarían los equipos electromecánicos que también están contratados” afirmó Cardona.
En una entrevista con la revista Dinero, el viernes pasado, indicó: “No vamos, definitivamente, a entregar el túnel terminado con los equipos electromecánicos instalados, pero si puedo dar la garantía que están contratadas las obras”.
Uriel Orjuela, veedor y una de las personas que más ha insistido en que los nuevos plazos son ajustados, indicó que lo que cree es que al ministro no le habían contado todos los detalles de la obra y que por eso se aventuró a comprometerse con una inauguración que no es posible.
“A él no lo habían informado bien. Yo entiendo que un Gobierno que ha hecho tanto esfuerzo para terminar esta obra pues la quiera inaugurar, pero como lo hemos advertido, esto no será posible. Por muy bueno que sea el contratista es muy difícil terminar en ese tiempo. Lo que pasó fue que el ministro aterrizó el alcance. Es más, yo se lo volví a decir: este proyecto no lo alcanzan a inaugurar”.
Es de anotar que el consorcio La Línea inició hace cuatro meses los trabajos y básicamente se ha dedicado a revisar las obras del anterior contratista. “Ese arranque no ha sido fácil porque la transición entre un proyecto y otro duró cerca de 11 meses. A esta revisión de obras hay que sumarle el 12 %, que es lo que hace falta por ejecutar, y la verdad es que nos iría bien si se termina antes de dos años. Quisiera estar equivocado”.
Agregó que es importante entender que no es solo que el contratista termine, ya que solo se puede cantar victoria cuando el túnel se utilice “y eso quiere decir que las obras electromecánicas deben estar listas y ese contrato apenas va en un avance del 25 %, por eso para nosotros es imposible que antes de que se vaya este gobierno el túnel se pueda usar”.