Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

Alianzas exprés por control de la coca en la frontera con Venezuela

Eln y disidentes de Farc sellan acuerdos fugaces para atacar a la fuerza pública en Catatumbo.

  • La estación de Policía de Hacarí fue blanco de un ataque atribuido a disidentes de las Farc, en el que habría participado la guerrilla el Eln el pasado 14 de septiembre. FOTO Julio César Herrera
    La estación de Policía de Hacarí fue blanco de un ataque atribuido a disidentes de las Farc, en el que habría participado la guerrilla el Eln el pasado 14 de septiembre. FOTO Julio César Herrera
17 de septiembre de 2021
bookmark

La serenidad de la misa en la que se encontraban los feligreses de la iglesia católica de Hacarí, Norte de Santander, fue interrumpida por ráfagas que se estrellaban contra las barricadas de la estación de Policía en pleno centro del municipio, y dejaron su estela en una columna del templo y varios tejados de las casas vecinas.

Durante una hora, los policías y soldados reaccionaron al ataque evitando muertos y heridos, pero la preocupación por la arremetida delincuencial despertó varios miedos y alertas del pasado: las alianzas entre disidentes de Farc y guerrilleros del Eln para sembrar el terror en la zona.

Aunque el ataque fue atribuido a la disidencia del frente 33 de las Farc, comandado por alias Jhon Mechas, el mismo que ordenó el atentado contra el presidente Iván Duque en Cúcuta, se denunció extraoficialmente que los elenos estaban en Hacarí disparando contra los uniformados.

Y es que Hacarí, uno de los nueve municipios del Catatumbo, es corredor de ambos grupos delincuenciales, pero también el de otros actores que se quieren disputar el territorio: Epl o los Pelusos, Clan del Golfo e incluso hay presencia de hombres de la megabanda delincuencial venezolana Tren de Aragua, que se mueven por la frontera hasta Arauca, como lo reveló EL COLOMBIANO esta semana.

Pero, ¿por qué se alían dos fuerzas ilegales aparentemente contrarias? El coronel Carlos Martínez, comandante del departamento de Policía en Norte de Santander, dijo que el ataque en Hacarí era una retaliación por los “golpes contra el narcotráfico que venimos dando en el Catatumbo”.

En lo corrido del año, han sido incautadas ocho toneladas de cocaína en ese departamento, según un reporte del 6 de septiembre de la Fuerza de Tarea Vulcano. En todo el país han incautado un 36 % más de coca entre enero y julio de este año (383,3 toneladas), en comparación con el mismo periodo del 2020, cuando incautaron 282,4 toneladas.

Esto se traduciría en los atentados contra la Fuerza Pública que no dan tregua en el Catatumbo, ya que en tan solo siete días fueron asesinados tres soldados en ataques atribuidos al Eln: el 28 de agosto mataron a Andrés Felipe Martínez en Tibú; el 1 de septiembre a Iván Rodrigo Suárez, en San Calixto, y el 3 de septiembre a Néstor Eugenio Ajón, en El Tarra.

Alianzas exprés

“En el Catatumbo los disidentes y elenos por la mañana desayunan, y en la noche se dan plomo”. Así de exprés e inestables describe el presidente de Acore, Jhon Marulanda, las alianzas entre estos grupos armados ilegales, donde tampoco se ha identificado una superioridad de uno sobre otro.

Si bien el Catatumbo ha sido terreno histórico del Eln, donde se presume operan entre 1.200 y 1.300 guerrilleros, el frente 33 de la disidencia de las Farc, comandado por Gentil Duarte, tendría otros mil en el sector. Pero, en ese territorio también hay presencia de la disidencia Segunda Marquetalia, de Iván Márquez, a la que Gentil Duarte trató de unir, con esfuerzos en vano, pero cuya confrontación se recrudeció con el asesinato de Jesús Santrich en Venezuela.

A ese panorama se suman unos 400 hombres del Clan del Golfo, que también entran en la contienda. Sin embargo, las alianzas en las que “toman aguardiente y luego se matan entre ellos mismos”, no son solo contra la Fuerza Pública. El ‘apoyo’ de los disidentes ha permitido que el Eln ataque al Epl, quienes han perdido poder en ese departamento y se han replegado hacia la frontera con Venezuela, según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación.

Con esa escalada violenta que el Eln viene dando desde finales del 2020, esa guerrilla se la juega por tener el control desde Catatumbo hasta el área metropolitana de Cúcuta. Y aunque parece ilógico, los grupos delincuenciales “necesitan estrechar lazos para el control territorial del paso de droga y la extracciones ilegales”, explica Olmer Muñoz, investigador en temas de seguridad y conflicto de la Universidad Pontificia Bolivariana.

A su juicio, mientras el Eln está interesado en mantener el control del Catatumbo y de la frontera, los disidentes aprovechan para cruzar a Venezuela donde tienen “santuarios estratégicos”.

Lo que está en juego en Norte de Santander son 40.116 hectáreas de cultivos de coca reportadas por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, en 2020, una cifra 21 veces superior a las registradas en el 2010 por esa entidad que lo clasifica como el departamento más afectado por cultivos de coca, superando en 9.032 hectáreas a Nariño, que tenía 31.084 a finales del año pasado.

Esa selva de coca es la que atrae a carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que estarían aliados al Eln, para mover droga por Arauca, Guaviare y Guainía.

En este complejo panorama delincuencial quiere tomar partido la banda Tren de Aragua de Caracas. Sin embargo, conocedores indican que su característica de banda urbana le ha impedido ganar espacio en el agreste paisaje del Catatumbo

Infográfico
Alianzas exprés por control de la coca en la frontera con Venezuela
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD