Los primeros recorridos de Rafael Nieto por Medellín, como precandidato presidencial, fueron por las comunas 8 y 13. Dice que en ambas hay ejemplos de articulación social y desarrollos culturales que alejan la violencia y la criminalidad y dan oportunidades de progreso.
Aunque no tiene experiencia electoral, fue uno de los académicos más activos en la campaña del No al plebiscito. En el pasado, huyendo del sector público, no quiso ser ternado como Fiscal o magistrado de la Corte Constitucional, y rechazó ser cabeza de lista del CD a la Cámara por Bogotá, aunque ya había sido viceministro de Álvaro Uribe. Ahora dice que las elecciones de 2018 son muy importantes.
En entrevista con EL COLOMBIANO afirmó que el eje de su propuesta es la superación de la pobreza, a través de creación de riqueza, la generación de empleo y el enfoque de las políticas de Estado en los 18 millones de colombianos pobres.
¿Cómo le ha ido consiguiendo votos por primera vez?
“He sido un académico pero también un empresario que conoce el país profundo. He trabajado muchos años con comunidades y gobiernos locales desde el Chocó hasta el Vichada, desde la Guajira hasta el Putumayo. Me gusta estar con la gente, oírla, aprender de sus preocupaciones y estudiar con ella propuestas de solución”.
¿Qué está haciendo para que lo conozcan en sectores que poco consultan la prensa?
“Uso redes sociales, una herramienta de comunicación muy efectiva. También estoy recorriendo el país, visitando los sectores más pobres y marginales y hablando tanto con empresarios y gremios como con trabajadores fabriles y sindicatos. Oigo, aprendo y comparto”.
¿Y cuál es su propuesta para erradicar la pobreza?
“Tenemos un deber ético, político y económico de trabajar por los más pobres, a través de un modelo de capitalismo popular e incluyente que genere riqueza y empleo formal y se enfoque en entregar al ciudadano herramientas para que dependa de sí mismo y no del Estado. El socialismo fracasó en la historia. Solo reparte miseria. Basta mirar a Venezuela”.
Todos los días hay nuevas capturas por corrupción. ¿Es una lucha perdida?
“La corrupción es una plaga, un cáncer que nos carcome y no nos permite progresar. Así no hay esfuerzo económico que alcance. Hay que combatir a los corruptos sin importar su ideología o su partido político. No hay corrupto bueno”.
¿En qué consiste el republicanismo que tanto cita?
“La emergencia de las seudo democracias socialistas y populistas, que esconde regímenes autoritarios, hace indispensable defender los principios básicos de la democracia republicana: imperio de la ley y no del “hago lo que se me de la gana”, separación del poder público, respeto de derechos y libertades fundamentales, elecciones con posibilidad real de alternancia en el poder, y voluntad decidida de combatir a violentos y corruptos”.
¿Cómo hará para mejorar en seguridad?
“A 31 de diciembre de 2016 terminamos con 188 mil hectáreas de narcocultivos, la cifra más alta en la historia. No estamos en el posconflicto si no en el posacuerdo, porque el narcotráfico es la gasolina de la violencia. Por eso, hay que combatirlo, al igual que al Eln, las bacrim y las disidencias de las Farc. Necesitamos una Fuerza Pública con voluntad de hacerlo, porque hay un recorte de la capacidad operativa y de la inteligencia”.
¿Qué opina de que al exministro Cristo esté en la comisión de seguimiento al Acuerdo? ¿Le da ventajas?
“Ser o haber sido funcionario de este Gobierno no le da ninguna ventaja ni a Cristo ni a nadie. Al revés. Se les pega el desprestigio. La gente no quiere continuismo, no quiere más la yunta entre Santos y las Farc”.
¿Pero usted estuvo vinculado a la Agencia de Defensa de la Nación durante
este Gobierno?
“No. Fui abogado del Estado, no del Gobierno, en unos casos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No fui funcionario de Santos. Incluso, dejé varios de esos casos porque me peleé con la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, que creía que teníamos que asumir una responsabilidad internacional”.
¿Con qué sectores le gustaría hacer una alianza para primera vuelta?
“Debe hacerse con el CD, como columna vertebral, y con quienes hicieron parte de la coalición del No: la base conservadora, el expresidente Pastrana, Alejandro Ordóñez y Marta L. Ramírez, las víctimas de las Farc, los creyentes, la reserva de las Fuerzas Armadas, familiares de militares y policías, Jaime Castro y el grupo de Mejor NO, campesinos, agricultores y ganaderos”.
¿Pero no se quedan cortos si solo eso los une?
“El eje no puede ser el rechazo al Acuerdo con las Farc sino una propuesta integral que nos permita reconstruir el país. La alianza debe extenderse al 66 % de los que no votaron el plebiscito, al 85 % que tienen mala opinión de Santos y a aquellos votaron por el Sí pero hoy ven que el Acuerdo les da ventajas excesivas a las Farc y les permite hacer política en mejores condiciones que quienes nunca hemos delinquido y premia criminales”.
Si esas fuerzas se unen, y quienes respaldan el Acuerdo salen con varios candidatos, ¿podrían ganar ustedes en primera vuelta?
“Sí, con esa alianza, dependiendo cómo se haga, se ganaría en primera vuelta. Sin ella, nos vamos a segunda”.
Si no llega a ser el candidato del CD, ¿cuál será su
destino político?
“No lo he pensado. Estoy convencido de que seré el candidato del partido”.
¿Por qué la implementación no le ayuda a recuperar favorabilidad a Santos?
“El Acuerdo y su implementación supusieron la violación a la democracia al hacerle trampa al resultado del plebiscito, se castró al Congreso, se hipertrofió al Presidente, y se le quebró el espinazo a la rama judicial con la JEP. Las Farc cogobiernan a través de la famosa CSIVI. El decreto 903 es una horrorosa operación de lavado de activos mediante la cual las Farc dispondrán de su fortuna criminal para hacer política. El desarme es parcial como ha sido la desmovilización. El conflicto sigue vivo y se alimenta del mayor número de narcocultivos de la historia”.
¿La visita del Papa será un acto apostólico o político?
“Debería ser un acto apostólico. Me temo que será político. Y si eso ocurre profundizará la brecha entre la feligresía y la jerarquía católica”.
¿Comparte la tesis de Fernando Londoño de hacer trizas el Acuerdo?
“El Acuerdo es ilegítimo, pero es un avance que 7.000 criminales dejen de matar. Por eso hay que corregir el acuerdo, no hacerlo trizas. Sin embargo, a Santos y sus amigos no les conviene que progrese esa posición firme pero moderada y por eso quieren confundir la muy respetable tesis del doctor Londoño con la posición del partido”.