El comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), general Carlos Eduardo Bueno Vargas, aseguró que el hallazgo fiscal evidenciado por la Contraloría no se ha registrado en la institución como un hecho de corrupción.
La Contraloría advirtió el pasado lunes que la Fuerza Aérea colombiana había comprado unos trenes de aterrizaje de segunda a valor nuevos que costaron 1334 millones de pesos.
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La Fuerza Aérea Colombiana aseguró este martes que hasta la fecha no se ha registrado este suceso como un hecho de corrupción. “Le informamos a la Contraloría sobre este proceso y que detectamos que la empresa nos vendió elementos que no correspondían a los que habíamos contratado”, dijo el oficial y añadió que por estos hechos, la FAC interpuso una demanda contra Aeroparts & Resources con el fin de llegar a una conciliación.
De acuerdo con el oficial, los hechos tuvieron lugar el 3 de diciembre de 2014, momento en el que se suscribió un contrato con la entidad en mención y el cual tenía la finalidad de adquirir partes aeronáuticas para las diferentes aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana.
El oficial aseguró que de acuerdo con el programa de mantenimiento, se requería que éste se llevara a cabo durante el 2015, por lo que se autorizó el cambio de los referidos trenes de aterrizaje para un Casa 212-300.
Según el general, dicho material llegó el 24 de julio de 2015 a la Dirección de Comercio Exterior (Dicex) con la documentación de acuerdo a lo contratado. Posterior a ello se realizó el desaduanamiento y posteriormente se envió a la unidad ejecutora del mantenimiento. “Una vez el material es requerido, el especialista reporta la discrepancia y se procede a la reclamación de la garantía”, aseguró el oficial.
Sin embargo, luego de no obtener respuesta por parte de la entidad promotora, la Fuerza Aérea Colombiana inició las investigaciones e informó del hecho a la Contraloría delegada, y a la par se instauró una demanda contra la empresa por incumplimiento.
De la misma manera, el comandante de la Fuerza Aérea confirmó que el material suministrado no ha sido utilizado por ninguna aeronave.
Por su parte el documento emitido por la Contraloría señala que “los repuestos que presentaban desgaste, corrosión, abolladuras y maquillado de piezas, en lugar de ser cambiados fueron irregularmente devueltos para ser objeto de mantenimiento, y aun así resultó que no eran aptos para las aeronaves de la FAC”.