El pasado 23 de mayo, horas antes de las elecciones regionales, el régimen venezolano detuvo ilegalmente a Juan Pablo Guanipa, reconocido líder opositor de ese país y uno de los aliados más cercanos de María Corina Machado. La detención fue catalogada como “terrorismo puro y duro”.
“El régimen criminal de Nicolás Maduro acaba de secuestrar a Juan Pablo Guanipa y a más de 50 dirigentes políticos y sociales, defensores de DD. HH., periodistas y activistas, en una razzia feroz en todo el país. Esto es TERRORISMO DE ESTADO puro y duro (sic)”, señaló Machado en sus redes sociales horas después de conocerse la detención.
Incluso, la opositora le exigió a los militares de Venezuela “actuar” contra Maduro tras elecciones parlamentarias en las que hubo abstencionismo.
¿Cuál ha sido la posición del Gobierno Petro?
Frente a esta situación, el Gobierno Petro ha guardado silencio. Este martes la canciller Sarabia fue interrogada al respecto en La FM: “Hay varias comunicaciones con diferentes gobiernos que no son públicas y se manejan en el ámbito de la diplomacia. Como ustedes entenderán en las relaciones exteriores se necesita prudencia y diplomacia y así seguiremos manejando las comunicaciones”.
“Así seguiremos manejando las comunicaciones no solo Venezuela, Panamá y los demás países. La diplomacia no puede ser de micrófono, sino que debe ser en el ámbito de la institucionalidad y así lo seguiremos manejando”, agregó.
Pero esa actitud a la que se refiere la canciller no ha aplicado de igual forma en la política exterior liderada por el presidente Petro. El mandatario ha expresado sus críticas al proceso electoral ecuatoriano (desconociendo la posición de su canciller), también ha expresado que su conversación es de “tú a tú” con China y Estados Unidos (desconociendo a su canciller) y rompió relaciones con Israel en medio del conflicto en Palestina. Es decir, que no ha mantenido “canales diplomáticos” ni la política de la “prudencia” a la que hace referencia la canciller Sarabia.
Al respecto, EL COLOMBIANO consultó al profesor Manuel Camilo González, quien considera que “el Gobierno Petro asumió una posición de normalización de la situación en Venezuela a partir de dar por sentado lo que sucede allí. Es un reconocimiento implícito de que el poder lo tiene Maduro y por la relación asimétrica, particularmente en el tema del gas, Monómeros y otros asuntos, el hecho de no molesta implica no declarar o tomar decisión frente a las arbitrariedades de Maduro”, como la detención del opositor Guanipa.
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