En plena pandemia, el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, se fue en contra de los epidemiólogos a quienes calificó ayer en W Radio como “gurús” que a veces pueden generar daño.
Esto coincide, con un cruce de mensajes que tuvo en Twitter con Zulma Cucunubá, epidemióloga e investigadora del Imperial College, de Londres, entidad que hace recomendaciones sobre el manejo de la pandemia. Su palabra no resulta coincidencial y se perfila como un choque entre el representante del Gobierno, contra la academia, que ha dado recomendaciones al tratamiento del covid-19.
Lo que ocurrió fue que Cucunubá cuestionó que los adultos mayores de 70 años tuvieran menos espacio para salir a la calle y se les haya dado la orden de mantener en cuarentena total hasta agosto, como lo dejó claro el Gobierno en la Resolución 844 de 2020.
La investigadora entró en calificaciones, al señalar que era algo injusto. Ese trino fue el que le chocó al ministro Ruiz Gómez, quien empezó con una serie de cuestionamientos a Cucunubá, incluso luego de que la investigadora dejó claro que “injusticia” era un concepto personal, no asociado a su trabajo.
Ruiz Gómez, por su parte, respondió “perdóname la pregunta: ¿Y esto es lo que ahora recomienda el Imperial College?”. Cucunubá agradeció por el cuestionamiento, y apuntó que “lo que se recomienda es aumentar el testeo y rastreo de casos y contactos a tal punto que la infección en la población general se reduzca al nivel más bajo posible para proteger a todos”.
En conversación con EL COLOMBIANO, el ministro indicó que cuando “se pierden los límites que impone la evidencia científica disponible y un epidemiólogo empieza a pronunciarse y opinar más allá de la evidencia que generan sus análisis está tomando más un rol de influencer. Y debe ser claro en expresarlo así a la opinión pública”.
Carlos Alberto Reina, epidemiólogo de la Secretaría de Salud de Cali y estudiante del doctorado en epidemiología de la Universidad de Antioquia, sostiene que la polémica desatada por las declaraciones del ministro dejan en evidencia las tensiones inherentes de la vida política y pública.
Para él, en los diversos factores influyen que las recomendaciones de la academia puedan ser llevadas a cabo, más aún en un entono en que la evidencia científica cambia con el transcurrir de los días.
Pese a esto, dice Reina, “lo último que necesitamos en este momento es distanciamiento entre ambos sectores”, por lo que hizo un llamado a sus colegas y al Gobierno, para “trabajar articuladamente como primera tarea de quienes constituimos la estructura de salud pública. Por ahora debemos ser abiertos a las críticas, se han logrado avances en una situación para la cual nadie estaba preparado”.
Un planteamiento similar hace José Fernando Valderrama, cirujano y especialista en epidemiología, al destacar que este pulso no le hace bien a la actualidad del país, entendiendo que todos sus ciudadanos están volcados a aprender el manejo de la pandemia y no esperan que sus líderes estén lanzándose puyas.
Valderrama menciona que en esta pandemia aún no hay verdades absolutas y el trabajo debe hacerse reconociendo cada contexto, para poder ir identificando esas lecciones.
El analista sostuvo que los epidemiólogos serán fundamentales en la asesoría que les dan a los gobernantes locales, para que tomen decisiones ajustadas a su contexto.
Por último, Carlos Roldán, especialista en Desarrollo Humano y Bienestar Social, señala que este cruce deja en evidencia que la presión social y las consecuencias que está trayendo esta pandemia, “están llevando a generar conflictos entre las entidades que en este momento esperaríamos estuvieran trabajando ‘codo a codo’ para buscar alternativas concertadas ante la crisis”.