El ataque de algunos miembros de la comunidad Embera a miembros de la Policía durante las protestas de este miércoles en el centro de Bogotá dejó el saldo de 14 uniformados heridos. Algunos de ellos, todavía adoloridos, atendieron al presidente Gustavo Petro y a los medios de comunicación para narrar lo sucedido.
“Me atacaron, me jalaron el cabello, me estaban arrastrando en el piso, me golpearon... La ciudadanía me ayudó, ellos me ayudaron a salir de esa estación y aún así me seguían, pero al fin de cuentas pude salir”, relató a CM& Ingrid García, auxiliar de policía que fue atacada por los emberas en una estación de Transmilenio de Bogotá.
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En un video de 25 segundos quedó registrado el momento en el que la policía es atacada con palos en la estación Museo del Oro de Transmilenio. La ciudadanía tuvo que intervenir para ayudarla a evacuar del lugar. En simultánea, otros trece uniformados fueron atacados y terminaron siendo atendidos en el hospital de la Policía.
“Todo miembro de la Policía, todo funcionario público, igual que toda persona, es sujeto de derechos humanos. Es también violador de derechos humanos el que agrede en estado de indefensión a un policía”, dijo el presidente Gustavo Petro.
La Secretaría de Gobierno de Bogotá aseguró que, una vez se controló la situación, el balance fue de 28 personas heridas: ocho gestores de convivencia, cinco civiles, 14 policías y un personero.
“Había una compañera que estaban atacando y nosotros fuimos a rescatarla, cuando nos devolvimos para rescatar a un oficial se nos abalanzaron con piedras y palos y ahí sucedió la lesión”, relató un intendente de la Policía.
El uniformado quedó tendido en el piso boca abajo. Aunque se hizo el muerto, los manifestantes siguieron golpeándolo.
“Nosotros los policías somos seres humanos como cualquier otro, con familia, sueños y anhelos. Uno no espera este tipo de situaciones en su quehacer laboral”, puntualizó el intendente.
De momento hay dos personas capturadas y la policía ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que permita dar con el paradero de los otros 18 señalados de participar en los desmanes.