Ha causado conmoción la muerte de Karen Castaño en Medellín. La mujer escribió una carta a su pequeña hija antes de morir. “Tu corazón se sincronizaba con el mio y hacian el ritmo perfecto ibamos al compaz del amor y la tranquilidad (sic)”, fueron solo algunas de las palabras que la joven empresaria le dedicó a la niña de cuatro años.
El estrés postraumático que le dejó el abuso sexual vivido en su infancia y una fuerte depresión detonaron en Castaño la decisión que se ha lamentado ampliamente en redes sociales, en especial porque dejó las fotografías con las que quiere que su hija la recuerde.
“Siento mucho dejarte sin mi, hija, perderme de todo lo genial que eres y se vas a ser, pero se también que con tu papá y su familia estarás mejor que con migo, ya te pregunté y me dejaste ir, con la condición de que me ibas a recordar al decir gracias y por favor siempre (sic)”, le escribió Castaño a la menor.
El caso de Castaño, quien falleció el pasado 4 de octubre en medellín, ratifica los campanazos que han hecho sendas organizaciones civiles y sanitarias sobre la necesidad de una mejor y oportuna atención a la salud mental, especialmente a partir de los estragos de la emergencia sanitaria por el coronavirus, que desencadenó documentados episodios de depresión e incertidumbre.
Tan solo en los primeros seis meses de este año en Colombia se reportaron 1.564 suicidios, lo que equivale a un promedio de 7 casos diarios, según un informe que llegó al Ministerio de Salud con datos de Medicina Legal.
Pero esa no es la única estadística que preocupa a las autoridades sanitarias del país. El Instituto Nacional de Salud (INS) recogió hasta el 27 de agosto pasado unas cifras igual de alarmantes: en el país han sido registrados 22.834 intentos de suicidio, más de 4.000 casos más de los documentados para esta misma fecha pero el año pasado (18.000 intentos de suicidio).
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para abordar la complejidad de las conductas suicidas se debe comenzar por identificar los factores de riesgo y de protección como las barreras de acceso a la atención de salud, las catástrofes, las guerras y los conflictos, los intentos de suicidio anteriores, entre otras condiciones.
Sin embargo, aunque la relación entre el suicidio y los trastornos mentales está bien establecida, muchos suicidios también pueden producirse de forma impulsiva en momentos de crisis, como una pérdida económica.
NOTA: EL COLOMBIANO se abstiene, por respeto, de publicar detalles sobre la muerte de Castaño. En Colombia funciona la línea 106, a la que se puede marcar desde fijos o celulares para recibir ayuda psicológica y atención en salud mental.