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El alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, volvió a referirse este jueves a Liberland, el país que no existe y con el que, en noviembre del año pasado, “firmó un pacto de cooperación internacional” para brindar 5.000 becas para aprender inglés gratis a los habitantes de la ciudad.
Pues bien, en un evento al que fue invitado este 20 de abril, el mandatario manizaleño se refirió a las situaciones más curiosas que le han pasado durante su gobierno, que termina este año, y allí volvió a referirse al país imaginario.
Marín contó que, aunque pecó por inocente al creer en Liberland, no descartó que ese país inexistente, pueda convertirse en realidad en el futuro.
“Esta gente tenía un cuento montado y lo que tenían era un universo que aún no existe, que creo que en un futuro va a existir, donde están montando plataformas tecnológicas en el Metaverso. Una cosa que todavía no entendemos. Entonces yo caí ahí”, dijo el alcalde de Manizales durante la apertura de una tienda a la que fue invitado.
Lea aquí: ¿Qué es Liberland, la micronación con la que Manizales hizo convenios?
Marín sorprendió a todos tras firmar, a finales del año pasado, un convenio de cooperación con Randy Thompson, quien se presentó en Manizales como un delegado de Liberland, un “país” ubicado en los Balcanes, entre Croacia y Serbia, que tiene una extensión de 7 kilómetros cuadrados de pura naturaleza que quedó en la mitad de esos dos países después de la separación de Yugoslavia. Aunque en la capital de Caldas lo presentaron como una nación-Estado, no hay edificios ni sedes de algún gobierno allí.
Ninguna de las naciones vecinas reclamó soberanía sobre este territorio hasta que apareció Vít Jedlička, un político de República Checa que estaba buscando dónde crear un país y trazó en esas tierras los límites imaginarios de la “república libre” de Liberland, en abril de 2015.
El checo fue elegido como presidente de esa nación en una particular votación en la que solo participaron dos electores: la novia y el mejor amigo del mandatario.
De esa nación de la que apenas existe el nombre, llegó a Manizales Thompson, con quien el alcalde Marín firmó un convenio de cooperación educativo, cuya presentación se hizo con una gran parafernalia en redes sociales. La transmisión y el convenio desaparecieron, así como el país, que finalmente nunca existió.
Aunque sí existió en la imaginación de los funcionarios de la Alcaldía de Manizales y de otros 4.400 colombianos que, según Thompson en diálogo con EL COLOMBIANO en su momento, habían solicitado la residencia electrónica de aquella “república libre”.