Una vez más Estados Unidos certifica que seguirá ayudando a Colombia con recursos en su lucha contra las drogas, pero en esta ocasión centrará esa ayuda en un punto que ha sido difícil consolidar en el país: combatir a las aeronaves que sacan la cocaína del territorio colombiano de manera clandestina.
El anuncio lo hizo el presidente de ese país, Joe Biden, quien expresó: “es necesaria la interdicción de aeronaves de las que se sospeche razonablemente que se dediquen principalmente al tráfico ilícito de drogas en el espacio aéreo de ese país, debido a la extraordinaria amenaza que representa el tráfico ilícito de drogas para la seguridad nacional colombiana”.
En palabras del mandatario estadounidense, Colombia cuenta con sistemas de protección de la vida de civiles y personas ajenas a este negocio cuando se realice la interdicción de las aeronaves, es decir, la interceptación, el bloqueo o incluso el derribamiento de un avión detectado en el espacio aéreo colombiano cargado con cocaína u otras drogas.
Aumentó la producción
El anunció del presidente Biden llega justo un mes después de conocerse el informe sobre los cultivos de uso ilícito en Colombia elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, en el que se registró que en el país hubo una reducción de las plantaciones de hoja de coca, pero en contravía aumentó la producción de las drogas ilícitas.
Datos del UNODC registran que el descenso en áreas cultivadas se estimó en 7% menos y se pasó de 154.000 hectáreas en 2019 a 143.000 en 2020, mientras que la producción subió un 8% y en 2020 se registraron 1.228 toneladas producidas.
El anuncio de la ayuda llega también tras la posesión del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó en la campaña presidencial que la lucha antidrogas en Colombia ha sido un fracaso, y se propone replantear las estrategias que irían desde la continuidad del uso del glifosato hasta los programas de erradicación voluntaria en el país
Una vez más Estados Unidos certifica que seguirá ayudando a Colombia con recursos en su lucha contra las drogas, pero en esta ocasión centrará esa ayuda en un punto que ha sido difícil consolidar en el país: combatir a las aeronaves que sacan la cocaína del territorio colombiano de manera clandestina.
El anuncio lo hizo el presidente de ese país, Joe Biden, quien expresó: “es necesaria la interdicción de aeronaves de las que se sospeche razonablemente que se dediquen principalmente al tráfico ilícito de drogas en el espacio aéreo de ese país, debido a la extraordinaria amenaza que representa el tráfico ilícito de drogas para la seguridad nacional colombiana”.
En palabras del mandatario estadounidense, Colombia cuenta con sistemas de protección de la vida de civiles y personas ajenas a este negocio cuando se realice la interdicción de las aeronaves, es decir, la interceptación, el bloqueo o incluso el derribamiento de un avión detectado en el espacio aéreo colombiano cargado con cocaína u otras drogas.
Aumentó la producción
El anunció del presidente Biden llega justo un mes después de conocerse el informe sobre los cultivos de uso ilícito en Colombia elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, en el que se registró que en el país hubo una reducción de las plantaciones de hoja de coca, pero en contravía aumentó la producción de las drogas ilícitas.
Datos del UNODC registran que el descenso en áreas cultivadas se estimó en 7% menos y se pasó de 154.000 hectáreas en 2019 a 143.000 en 2020, mientras que la producción subió un 8% y en 2020 se registraron 1.228 toneladas producidas.
El anuncio de la ayuda llega también tras la posesión del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó en la campaña presidencial que la lucha antidrogas en Colombia ha sido un fracaso, y se propone replantear las estrategias que irían desde la continuidad del uso del glifosato hasta los programas de erradicación voluntaria en el país