Hace nueve años, el 4 de enero de 2010, David Murcia Guzmán abordó un avión rumbo a Estados Unidos para responder ante una corte de Nueva York por haber lavado cerca de 2 millones de dólares del narcotráfico desde 18 cuentas bancarias en México. Y ayer, sobre el mediodía, otro vuelo lo trajo de regreso a Colombia, aunque no a la libertad.
Murcia Guzmán, creador de la compañía captadora ilegal de dinero DMG, pagó su condena en una cárcel del estado de Virginia y en abril pasado, cuando se acercaba el fin de su tiempo en prisión, su defensa radicó una solicitud de asilo territorial ante el Gobierno estadounidense, recurso que ya le había sido negado por primera vez hace dos años. Esta semana la respuesta volvió a ser negativa.
Por eso ayer, al salir de la cárcel, en lo que Migración Colombia calificó como una decisión “de último momento”, Murcia Guzmán “fue subido al avión de deportados” que partió hacia el aeropuerto ElDorado, aún cuando no estaba incluido en el listado de 48 pasajeros que las autoridades estadounidenses entregaron a Colombia.
Una condena por cumplir
Tan pronto descendió del avión, Migración Colombia verificó sus antecedentes y lo entregó a la Dijín, para la legalización de su captura. Posteriormente, será presentado ante un juez de ejecución de penas quien decidirá la manera en que el capturado saldará sus deudas con la justicia.
Murcia tiene desde 2009 una condena vigente en Colombia a 22 años de prisión por captación ilegal y sucesiva de dinero. No obstante, la Fiscalía General de la Nación informó que prepara una próxima imputación de cargos por el delito de lavado de activos.
Se estima que con el esquema piramidal de DMG (ver recuadro), Murcia Guzmán estafó a cerca de 20.000 personas (reportadas) en todo el país. Por esa razón, también deberá pagar una multa de 25.700 salarios mínimos (unos 177.000 millones de pesos). Con el dinero, se espera que el capturado repare a sus víctimas.
¿DMG regresa?
Desde enero de este año, varios medios de comunicación registraron la repartición de volantes bajo las puertas de las viviendas en diferentes ciudades, como Bogotá y Manizales, que junto a una fotografía del hoy detenido, anunciaban el regreso de la empresa Inversiones DMG, que en esta oportunidad estaría siendo liderada por un hermano de Murcia Guzmán, identificado como Álvaro.
Y aunque las superintendencias Financiera y de Sociedades advirtieron el carácter ilegal de este tipo de captaciones de dinero y el riesgo de estafa que corrían los ciudadanos ante la falsa promesa de millonarias ganancias, la Policía Nacional afirmó no haber recibido a la fecha denuncias al respecto.