Las tijeras de Norberto Muñoz Burgos y su labor en el sector de la belleza durante 55 años le valieron para obtener la condecoración en Grado de Caballero, otorgada por el Congreso de la República. La proposición fue de la senadora tolimense de Cambio Radical, Rosmery Martínez. Los analistas coincidieron en que el Congreso se debe centrar en debates de fondo.
La senadora Martínez aseguró que es un reconocimiento a la labor realizada por el estilista, quien es un representante y embajador de Colombia. Lo ubicó al nivel de artistas como Shakira o Carlos Vives. “Es un ícono de la belleza colombiana, un empresario que ha generado empleo”.
Las cifras son claras, en el parlamento se tramitan más reconocimientos de este tipo que iniciativas de interes político y social. Según Congreso Visible, en el balance legislativo de 2010-2014 se entregaron 96 celebraciones, honores y monumentos, en contraste, de política internacional (59), seguridad social y salud (12), y economía (11).
Durante el último año, bajo la Presidencia del senador Mauricio Lizcano también entregaron estos reconocimientos. Se declaró a Soledad, Atlántico, como distrito especial de paz y la Nación se vinculó a los 51 años de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. de Antioquia, ente otras.
Mientras entregaban reconocimientos, el Congreso ha dejado de debatir reformas como la de la justicia, el Estatuto de Oposición, el ausentismo y hasta la interrupción del embarazo.
Otras prioridades
Para los analistas políticos Miguel Silva, de la Universidad Pontificia Bolivariana, y Fabián Acuña, de la Javeriana, el Congreso debe dedicarse a discutir las prioridades del país.
“Es una medida para congraciarse con alguien muy cercano o visibilizar a algún personaje”, señaló Silva, quien recordó que en otras ocasiones entregaron reconocimientos a financiadores de campañas.
Acuña indicó que no le ve gracia a este homenaje, por lo que llamó la atención de los congresistas para enfilar baterías en las discusiones que se deben dar en el fast track y la implementación de los acuerdos alcanzados con las Farc. Ambos coincidieron en que es una medida que busca votos, en este caso, provenientes del sector de la belleza, teniendo en cuenta las elecciones del próximo año.
La senadora desvirtúa las críticas. Dice que lo conoce hace 16 años y es un representante de la diversidad. Dijo que está comprometida con la paz y la legislación actual. Señaló que la condecoración se entregó en el salón Constitución y no en el elíptico, por lo que no se afectó la agenda. Indicó que en este reconocimiento no se gastó ni un peso del erario, sino que fue asumido por ella, como lo ordena la gestión protocolaria del Congreso.
“No lo he pensado por los votos”, señaló Martínez, luego de cuestionar que en Colombia se prenden debates por situaciones en las que se reconocen el trabajo de miembros de la comunidad LGBTI, pero no se enteran de proyectos como los que protegen a las mujeres contra el maltrato.